Señores:
páguenme por no ver el futbol. Si no me pagan, juro que veré todos y cada uno de los partidos de la selección mexicana, en tiempo real; a pesar de que en realidad el futbol ni me gusta y que los partidos son en horas laborables.
¿Y eso qué? Los oigo preguntar.
Pues que soy de mala suerte: cada vez que los veo, pierden. Y, cuando no los veo, al menos empatan.
¿Que no? Vamos a hacer recuento:
México 1986: tenía siete años, así que se puede considerar que ya sabía qué onda con el futbol (patear el balón; meter goles). Mis papás me llevaron al Azteca a ver el partido contra Bulgaria. Me quedé dormido (desperté sólo dos veces al grito de gol, sin haber visto nada): ganaron. El siguiente partido lo vi en la televisión, de principio a fin, con mi llavero de Pique en la mano: perdieron.
Estados Unidos 1994: Vi el partido contra Noruega: perdieron. Luego me planté frente a la televisión en octavos de final, contra Bulgaria, gritando:
--¡Vamos a hacer yogurt!
Perdieron en penales.
Francia 1998: Estaba resuelto a no ver el mundial hasta que alguien me dijo: van contra Alemania en cuartos. Prendí la tele cuando México iba ganando 1-0: Alemania metió dos goles al poco rato, sin respuesta de los de verde.
Corea-Japón 2002: Nos juntamos en casa de un amigo a ver (a una hora infame) el partido contra Estados Unidos, de octavos. Esa noche, al faltar veinte minutos para que acabara el juego, uno de los invitados dijo:
--Ya me voy.
A lo que el anfitrión contestó, memorablemente:
--Ah sí, ¿verdad? Cuando ganan: ¡ganamos, ganamos!; pues ahora ¡quédate y pierde!
Alemania 2006: No vi el partido contra Angola porque choqué (por eso, creo, empataron). El de Portugal sí lo vi, y perdieron. El de Argentina lo vi de principio a fin. Justo cuando creía que se acababa el maleficio, nada: primero el autogol de Borgetti, luego el golazo de Maxi Rodríguez.
Eliminatorias y preparación mundial 2010: No vi ningún partido (por lo que estaban perdiendo sin mi ayuda). El definitivo de la clasificación, contra Estados Unidos, no lo vi porque estaba sacando mi pasaporte.
Los de preparación: No vi mas que los partidos contra Inglaterra y contra Holanda y ambos los perdieron, gacho. Una última prueba: hoy no estaba viendo el partido contra Italia, pero pregunté y me dijeron que iban ganando dos cero faltando ocho minutos. Pensé que no pasaba nada si los veía tantito. Busqué una tele. En cuanto empecé a verlo, Italia metió gol. Me di la vuelta y dejé de verlo: si he seguido son capaces de, en tres minutos, perder.
Así las cosas, señores: si no recibo, digamos, mmm, unos quince mil pesos de aquí al próximo jueves, me saltaré mis obligaciones laborarles, sentimentales y de otras índoles y veré los tres partidos que jugará México de principio a fin. (No jugará más, porque los estaré viendo, ja).
Me dejan un mensaje con su correo electrónico y les mando mi cuenta de Paypal. Cada día actualizaré el monto recibido.
No es broma. O sí, y es cósmica. Ustedes decidan.