Recuerdo que cuando vivía en España tenía un amigo, que era Venezolano, que me señaló el camino hasta la literatura que escribía Ramos Sucre, diciendo: "Es un autor que escribe sin usar que". "¿Qué? ¿Ni un sólo que?", pregunté. "Sí, ¿qué crees que no se puede?", fue lo que dijo él, y fuimos a la biblioteca a que yo pudiera mirar sus obras completas. Yo, que abrí el libro en las primeras páginas, me soprendí mucho al ver que una frase decía: "... a aquel lugar al lugar al que...". "No, que aquí hay un que", le dije a mi amigo que estaba junto a mí. "¿Que qué? ¿Un qué? ¡Coño! ¡Qué raro!", fue lo que exclamó. Pero no pasó mucho tiempo antes que, analizando el por qué de la presencia de aquel qué, nos diéramos cuenta de que la razón de que ese que estuviera presente en la obra de Ramos Sucre sólo indicaba que el autor, en las primeras páginas que comprendían aquel volumen, aún no empezaba a escribir sin usar aquellos qués. Qué cosa, ¿no?
(Pequeño ejercicio narrativo llevándole la contraria completamente a un ejercicio propuesto por Alberto Chimal, que por otro lado, vale mucho la pena hacer.)
4 comentarios:
además de que ése era un que, no un qué...
¿Huh?
Que entretenido post. :-)
Yo no conozco a Ramón Sucre y viví en Venezuela entre noviembre y mayo. Y me precio de que me gusta leer literatura hispana. Ramón Sucre, hmm. Caracas, Maracay, Valencia. Qué. Ramón Sucre. Gasolina, Chacao, Valencia, Mujeres, San Ignacio, Margarita, Chacao, Mujeres, Las Mercedes, Ramón Sucre. Simón Bolivar. Chavez. Maracay, PDVSA, Banco del Tesoro, La Castellana, Mujeres, Redoma, ?cambur, parchita?. Ocho estrellas. Sambil, Libertador, de Miranda, Sucre. Ramón Sucre.
No conozco a Ramón. Me gustó mi tocayo, Carpentier, pero ese, aunque viviera en Venezuela, era cubano. Petroleo.
Creo que Rodrigo nota la diferencia entre «qué» (con tilde, como en «conchale, qué coños») y «que» (como en «el que quiera»).
TOL. Omegar. Extranjia. Omegar es bienvenido en TOL. TOL no sería lo mismo sin Omegar. Use parenthesis: sorry for that advertising, Azul no sería lo mismo sin TOL, thank-you-very-much.
La caida de Edgar. Viva México, cabrones. ¡Ya pinche guey pinche pendejo ya!
Jajajajajaja.
Qué comentario tan esquizo...
Gracias. El Autor se llama ANTONIO Ramos Sucre.
Saludos.
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