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27.1.10

un billete de cero pesos para dar mordidas

En la India, una organización no gubernamental llamada El quinto pilar (supongo, de la sociedad) está imprimiendo cientos de miles de billetes de cero rupias para que los ciudadanos comunes los usen para dar "mordidas" (a funcionarios y etc.). Estos billetes funcionan no sólo para engañar, sino para hacer sentir mal a aquellos que piden las dádivas, ya sea abiertamente o no, y obligarlos moral y legalmente a hacer su trabajo (de una buena vez, que para eso les pagan).


Considerando que México es un país tan o más corrupto que la India (y quien lo dude, pobre), la pregunta es ¿no sería buena idea que una organización se animara a apuntarse a imprimir billetes de cero pesos con el mismo fin?

De acuerdo con Vijay Anand, presidente de la organización, el éxito de los billetes de cero rupias se debe a que la corrupción está seriamente penada en aquel país (¿no es lo mismo acá?) y que, para un funcionario, recibir un billete con valor cero no sólo va en detrimento de su capacidad para conservar su puesto sino que además es una forma indirecta de acusar y denunciar la corrupción. Además, la recepción de un billete con valor cero reporta, obviamente, ningún beneficio económico al corrupto en turno, al contrario de un billete real.

Pueden ver más datos en el blog del banco mundial, en la dirección: http://blogs.worldbank.org/publicsphere/paying-zero-public-services

24.1.10

cuando kafka juegue al futbol americano (profesional)

Encabezado:

Un pase de touchdown de Kafka levanta al Este por encima del Oeste en el Enfrentamiento de la Antigua Orden Árabe de los Nobles del Relicario Místico.


Balazos:
Cuerpo:

Kafka, el único que no practicó frente a los agentes previo al enfrentamiento, fue el que se llevó el encuentro, al sorprender siendo el más dominante. Kafka, nacido en el 87 (o en el 83), llevó al Este hacia la victoria con un pase de último segundo, coronando así su último año en la liga amateur. La serie en la que Kafka participó empezó lentamente, al parecer sin esperanzas de alcanzar la victoria. Después de siete jugadas en las que parecía que no iba a fructificar y que el esfuerzo sería en vano, la marcha empezó a dar frutos y Kafka llevó al Este hasta la zona roja. Desde ahí, unas tres oportunidades le bastaron a K. para alcanzar la zona prometida y dar el vuelco definitivo a la narrativa del encuentro.
A pesar de haber hecho todos sus envíos con gran exactitud, la mayor virtud de Kafka estuvo tanto en sus extremidades superiores como en las inferiores. "Hubo un momento", declaró Gregor al final del encuentro, "en el que estaba tendido en el suelo, pero literalmente me arrastré y usé mis garras para tratar de levantarme y tener un par de jugadas más." Hasta ahora, Kafka ha tenido una destacada trayectoria como amateur.