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12.12.09

Los mejores 11 discos de la década (para mí)

Estos tal vez no sean los mejores discos* de la década, pero sí son los que han sido más importantes para mí.
Para la lista, no hay sino estas reglas: en cada caso se trata de un disco que me gusta, que fue puesto a disposición del público entre el 01/01/2000 y el día de hoy, y que he escuchado mucho porque me gusta mucho. Esto quiere decir que si no está el disco o el grupo que te cambió la vida a ti, que lees esto, y quieres reclamar, mejor ve y escribe tu propio post: no voy a cambiar la lista, porque es subjetiva y no hay votos que cuenten mas que el mío. La fuente de la lista es mi memoria y mi last.fm**, que suele no mentir, para bien o para mal. ¿Por qué once? Once es un buen número, más bien ¿por qué no, o por qué diez?
Trataré de dejar ligas para torrents en los casos que los halle; si les gustan los discos: vayan a los conciertos, compren cosas en las tiendas de los autores y hablen de ellos.
Querido lector: si estás leyendo esto en Facebook, o en RSS o en Friendfeed y no se ven ni las imágenes ni las ligas (y te interesa verlas), pásate mejor al blog.

Va, pues.

11. Barenaked Ladies, Maroon, 2000 [torrent]


Ah, los Barenaked Ladies. Los descubrí en Canadá en 1993 o 94, y aunque debo aceptar que tanto Gordon (1992) como Stunt (1998) puede que sean mejores discos que Maroon, este es sin duda un muy buen álbum, y uno que puedo escuchar de principio a fin sin más.
BNL es en realidad un grupo muy incomprendido, desde mi punto de vista: durante 17 años han sacado discos consistentemente buenos, en un género que yo (y sólo yo) llamo geek-rock, que puede no ser del gusto de todos, pero no pueden ser acusados de ser ni poco melódicos, ni poco armónicos, ni de no tener letras ingeniosas. Tal vez la mayor queja sea que son un poco light y pop, ¿y qué? Peores faltas tienen muchos más grupos. Lo malo es que en 2009 uno de sus fundadores, y a quien yo considero alma del grupo, Steven Page, abandonó la banda. A ver qué sigue para ellos.
Grandes cortes:
  • Off the Hook ("he could get away with murder one, and you would clean the smoking gun")
  • Helicopters ("can't even give this stuff away, why would I sell it?")
  • Tonight is the Night I Fell Asleep at the Wheel ("you are the last thing on my mind")


10. R.E.M., Reveal, 2001 [torrent; discografía]


Otra vez, debo admitir que este no es, por mucho, el mejor disco de R.E.M. Mucho mejores son los clásicos Automatic for the People (1992), Document (1987), o Murmur (1983, uno de los mejores discos de todos los tiempos, sin duda). El que no sea uno de sus más grandes álbumes, incluso detrás del Accelerate de 2009, no quiere decir que no sea un disco que he escuchado (y en forma de disco físico, además), al menos unas doscientas veces, y de eso se trata esta lista.
En buena medida, el que este no sea un album verdaderamente excelente se debe, por sobre todas las cosas, a que con la salida de Bill Berry, su baterista por más de veinte años, tanto Stipe como Buck y Mills se hallaban literalmente perdidos. Y se nota: la batería se escucha lejos, cuando la hay, y por ello la voz de Stipe se siente, tristemente, menos murmullante y las dos guitarras se enciman y se separan sin razón. Con todo, tiene muy grandes momentos.
Grandes cortes:
  • I've Been High ("have I missed the big reveal?")
  • Beat a Drum ("this is all I am, It's everything")
  • Imitation of Life ("the greatest thing since bread came sliced")

09. Death Cab for Cutie, Plans, 2005 [torrent]


Yo de verdad pensaba que Death Cab for Cutie era un grupo de heavy-metal. Por dios, con ese nombre, ¿quién se esperaría semejante disonancia (valga el término) entre lo que proyecta y lo que suena?
Sin embargo me bastó una escuchada al disco anterior a este (Transatlanticism, 2003) para saber que estaba frente a un sonido no nuevo, pero sí único, y para saber que sería por siempre uno de mis sonidos favoritos. La voz de Gibbard, que no es la más melódica ni la que tiene más dinamismo (hay que admitirlo) complementa muy bien el rango de acción de los instrumentos, sutilmente balanceados, y de los ritmos (casi electrónicos, sin llegar a The Postal Service). Y, en cuanto a propias comparaciones, a pesar de que Narrow Stairs (2008) es también un gran disco de DCfC, Plans tiene un muy disfrutable conjunto de melodías, que lo hacen estar, en términos de veces que lo he escuchado, mucho mejor colocado que los otros de la misma banda.
Grandes cortes:
  • Soul Meets Body ("if the silence takes you then I hope it takes me too")
  • I will Follow You into the Dark ("illuminate the NO's on their vacancy signs")
  • Crooked Teeth ("you're so cute when you're slurring your speech")

08. Belle & Sebastian, The Life Pursuit, 2006 [torrent]


La primera vez que lo escuché, este disco me golpeó la frente como lo haría un asaltante violento. De hecho fue el primer disco que escuché de corrido en mucho tiempo, mal acostumbrado que estaba a bajar canciones sueltas, y fue el que me encaminó a conseguir los discos completos, siempre.
Lo anterior para decir que es un disco buenísimo de principio a fin. Melódico, rítmico, es bueno para cocinar o para manejar, para cantar o para dejar de fondo. Es alegre y triste, obsesivo y ligero. B&S es una banda que se divierte en sus sesiones, y se nota. Su Indie-Baroque-Wistful-Pop es un himno a la sinceridad, tanto en letras como en música. Me encantaría verlos en vivo, pero temo que no vuelvan más a tocar juntos. Para un atisbo a lo que los que no los hemos visto nos perderemos si no vuelven, basta escuchar el disco dos de sus BBC Sessions (2008) y los primeros acordes del magnífico cover que le hacen a Here Comes the Sun. Se necesita ser muy cínico para escuchar algo así y no admitir que se le enchina a uno la piel.

Grandes cortes:
  • Dress up in You ("If I could have a second skin, I'd probably dress up in you")
  • Another Sunny Day ("your dark mascara bids me to historical deeds" [!])
  • Funny Little Frog ("I'd pay to visit you on rainy Sundays")

07. Spoon, Gimme Fiction, 2005 [torrent]


Lo que más me asombra de Spoon es que según yo no me gusta tanto. Es decir, pienso en Spoon y digo, "pero si ni me late así tanto". Pero mi playcount y mi last.fm no mienten: me gusta y mucho. Entre este disco y Ga Ga Ga Ga Ga (2007) me quedo con este por puro cariño, pero eso no quiere decir que este sea mejor que el otro, sólo que lo he escuchado más.
La gente habla mucho de los Strokes y su ritmo, bueno, yo digo que si quieren escuchar verdadero ritmo, se den una vuelta por Spoon y este disco. Sé que lo que voy a escribir es una estupidez, pero lo haré de todos modos: esto es a lo que suena la música divertida en mi cabeza, sólo que en mi cabeza también lleva un acordeón. No sé por qué.
En fin, que se trata de un muy buen disco, las canciones se persiguen, se agolpan y se enciman pero armoniosamente. El estilo de Spoon es definitivamente indefinible. Cuando escucho que los encasillan como indie-rock pienso en 1996, cuando todo era "alternativo". Spoon es otra cosa, una cosa que puede que creas que no te gusta, pero que le encanta a tu inconsciente.
Grandes cortes:
  • The Two Sides of Monsieur Valentine ("I don't get out so much since I acquired St. Vitus dance")
  • I Summon You ("it's a sound that we used to buy on cassettes and 45s")
  • They Never Got You ("could you believe yourself?")


06. The Shins, Oh, Inverted World, 2001 [torrent]


Tengo una relación amor-odio con The Shins. A veces me hartan y luego me encantan. Pero a pesar de mi hartazgo o amor, no puedo negar que el disco es bueno. Tampoco puedo negar que tanto Chutes Too Narrow (2003) como Wincing the Night Away (2007) me parecen mejores discos que este, pero es aquí cuando la lista me hace trampa a mí mismo y me exige poner este disco en vez de los otros dos porque: a) este lo he escuchado mucho mucho más que los otros dos, y; b) me recuerda épocas más sencillas y más fáciles de mi vida y los otros dos no.
En cuanto al grupo y el sonido en sí: para mí, si hay una definición del Indie, es este disco. Suena lejos e improvisado, pero no descuidado, ni mal hecho. Suena a bajo presupuesto y a canciones, más bien pequeñas piezas, llenas de reclamos a mujeres demasiado terrenales e imperfectas, llenas de angustia y felicidades pasajeras. Suena bien.

Grandes cortes:
  • New Slang ("and the rest of our lives would'a fared well")
  • Girl on the Wing ("let the garden grow by itself")
  • The Past and the Pending ("lose yourself in lines dissecting love")


05. James, Hey Ma, 2008 [torrent]


Descubrí este disco cuando me enteré de que James daría un concierto en vivo, en el Auditorio Nacional, a mediados de 2009. ¿James? ¿La banda que se separó en 2001? ¿El grupo que mi papá llama despectivamente "Los Jaimes"? Sí, ellos mismos. Me di entonces a la búsqueda del disco que venían promocionando, esperando, sinceramente, que fuera un gran desencuentro, algo así como los últimos discos de Pulp antes de que Jarvis Cocker decidiera cantar sobre mierda flotante por su lado.
Para gran sorpresa y gran fortuna, Hey Ma no suena para nada mal, al contrario, es un gran disco. Me atrevo a afirmar que después de Laid (1993) es su mejor disco, por mucho. No sólo suenan exactamente igual pero mucho mejor que cuando eran lo máximo (estoy hablando de mayo de 1994, más o menos), sino que están más actuales que nunca, y, sí, su show en vivo es grandioso: Tim Booth es un gran gran frontman. Gracias por volver, James.
Grandes cortes:
  • Bubbles ("take an axe to your past, to your family tree")
  • Waterfall ("don't take a phone company to tell you life's pay as you go")
  • Of Monsters and Heroes and Men ("we are the drivers, yet we feel driven")

04. The Postal Service, Give Up, 2003 [torrent]


Yo no creo en el dios de la música electrónica, pero si hay algo parecido al cielo con beats, es The Postal Service. Imposible comparar este disco con otros, ni siquiera de ellos mismos, ya que es el único. Lo podría comparar con los discos de Death Cab, pero DCfC es otra cosa completamente distinta, vomo se puede ver antes en esta misma lista.
¿Qué es lo que hace que TPS sea tan distinto a toda la demás música indie o electrónica o pop? Son las letras, sí, son las melodías, también, pero más que nada es el uso inteligente de sintetizadores para transmitir una emoción y no sólo, nunca, un ritmo por sí y en sí. Este sin duda pasará a la historia como uno de los grandes discos de todos los tiempos. Una parte de mí ansía que haya un segundo, pero otra, tal vez la más sabia, sabe que sea lo que sea, será una decepción comparado con este. Tal vez el mensaje a los que esperan más de TPS sea el mismo título de este disco.
Grandes cortes:
  • Such Great Heights ("when you scan the radio I hope this song will guide you home")
  • Clark Gable ("I need you to pretend that we are in love again, and you agreed to")
  • We will Become Silhouettes ("I've got a covert with cans of food, filtered water, and pictures of you")


03. Morning Runner, Wilderness is Paradise Now, 2006, [torrent]


Pocas cosas más tristes que abrir la página de la Wikipedia de un grupo que te gusta mucho, al que acabas de ver en vivo hace unas semanas, de quienes escogiste una canción para bailar el día de tu boda, y ver que dice "Morning Runner was a band..."
Pues eso es exactamente lo que me pasó a mí. Un amigo muy muy querido me pasó el disco un buen día, con una súper recomendación y no lo quité hasta que mis oídos se cansaron, y no se cansan fácilmente.
El sonido de Morning Runner es el que debería tener Coldplay si no fueran tan maricas para hacer música (Speed of Sound, WTF?). Entre rock y brit pop, con influencias de reggae y soul, con pianito y desenfado, Morning runner daba para más, mucho más. Malditas disqueras del mal que no quisieron firmar su segundo disco, ojalá de verdad desaparezcan todas.
Grandes cortes:
  • Best for You ("only the best for you is enough for me")
  • Punching Walls ("I heard you drove real far and just left all your stuff")
  • Gone Up in Flames ("going to the race track to try and get your money back...")

02. The Decemberists, Picaresque, 2005 [torrent]


Dios, qué difícil elegir un sólo album de The Decemberists. Entre este, Castaways and Cutouts (2002), Her Majesty (2003), The Crane Wife (2006), los EPs 5 Songs (2001), The Tain (2004), y los sencillos de Always the Bridesmaid (2008), bien podría haber llenado esta lista sólo con discos de The Decemberists. Sin embargo este es el disco que más he escuchado, por mucho, entre todos los demás.
La combinación de música, como salida del siglo diecinueve, con las letras, salidas del pleno dieciocho (y al mismo tiempo de los ochentas, si eso tiene sentido), la voz de Colin Meloy, gangosa y melosa, y las historias que cuentan sus melodías hacen de The Decemberists el grupo casi perfecto, al menos para mis oídos. Mi único pesar es que su último esfuerzo, The Hazards of Love (2009), no está tan bien logrado. Creo que no se debe a las letras, no, eso sigue igual o mejor, sino a la voz de la pianista del grupo, que canta la mitad de las canciones, Jenny Conlee. Sin embargo, dejando lo que vino después de lado, este Picaresque, es el disco casi perfecto.
Grandes cortes:
  • We Both Go Down Together ("you wept but your soul was willing")
  • The Sporting Life ("and father he had such hopes, for a son who would take the ropes...")
  • The Bagman's Gambit ("no, they'll never catch me now")
  • Sixteen Military Wives ("out of which only seven really even care")
  • The Engine Driver ("I've written pages upon pages trying to rid you from my bones")
  • On the Bus Mall ("here, in our hollow, we fuse like a family")

01. The Beatles, Love, 2006 [torrent]


Increíble que aún cuarenta años después de haber grabado su último álbum juntos, los Beatles sigan ocupando los corazones y los oídos de tanta gente. Yo, al menos, simplemente no puedo saciarme. Y la salida este año de su Rock Band (al que me he hecho completamente adicto) aunado a los remasters, no ha hecho sino acrecentar mi disfrute, cariño y gusto, profundísimo gusto, por el cuarteto de Liverpool. Y el que diga que los remasters no se escuchan distinto o nunca escuchó a los Beatles en casette, como buen fan, o no tiene oído. Aquí pongo el disco Love, por dos cosas: a) como remix es fantástico y b) de verdad hace unas mezclas interesantísimas y sorprendentes: desde Because a capella, hasta el inicio de Lady Madonna con los metales aparte.
Este disco es lo más cercano que vamos a estar jamás de un disco nuevo de los Beatles, afortunada y tristemente por igual medida. Denle una escuchada, si son fans descubrirán tres o cuatro canciones en cada corte; si no, les garantizo su disfrute de cualquier modo.
Grandes cortes: todos.



*¿álbumes? ¿alguien dice álbumes cuando habla?
**sobre todo cuando se trata de gustos culpablosones, como Neil Diamond, o Los Hombres G

25.10.09

cronopio cronopio y geocities

Al tiempo que mañana cierra el sitio de páginas gratuitas Geocities (hace mucho comprado por Yahoo!) se cierra también un ciclo en la red. Para muchos los que ahora tienen un blog, esto no significa nada, pero para los que aprendimos HTML en esos primeros años, el imaginarse que en algún momento Geocities llegara a cerrar era como pensar, hoy, que algún día Twitter decidiera cerrar sus puertas, para siempre, y darte dos meses para que guardaras todos tus twits antes de que los borraran por completo.
Lo cierto es que la mayor parte de Geocities llevaba mucho tiempo abandonada. No obstante algunas páginas que sí tenían información única y distinta, la mayoría eran simples repositorios de archivos .MIDI de música, de GIFs animados, de fotos de familias hoy desintegradas, de libros de visita polvosos, de contadores de visitas sin funcionar y de comunidades en anillos (los en su día famosos web-rings) dejadas a su suerte como Chernobyl.

Yo escribí mi primer código en HTML y subí mi primera página en Geocities entre el 15 y el 16 de septiembre de 1996. Y ahí se ha mantenido (y la he mantenido) desde entonces.

Hasta hoy mi página sigue ahí: Cronopio Cronopio. (La dirección, por motivos sentimentales, siempre será la vieja (http://www.geocities.com/Athens/8559) y no la nueva que se inventaron para tratar de mantener Geocities vivo hace cuatro o cinco años usuando los nombres de usuario.)
Mañana, mi primera "página", junto con todo Geocities, será borrada.
Tal vez en algún momento todo Yahoo! o todo Google sean borrados también. O Hotmail, que debió haberse cerrado hace mil años si no fuera por todo el dinero que le ha invertido Microsoft. ¿Por qué no?
Que Geocities cumplió su función en la red (igual que Angelfire) y es momento de cerrarlo es debatible, lo que no es debatible es que si se puede conservar el esfuerzo de más de un lustro de trabajo y aprendizaje, se debe hacer.
Por eso he decidido guardar una copia de Cronopio Cronopio en un subdominio de este blog: http://cronopio.omegar.org/ La página se quedará tal como estaba, incluso con el código (que no volverá a funcionar) de Yahoo! Geocities para el contador, el libro de visitas y las estadísticas.
¿Por qué dejarlo tal cual? Porque a estas alturas de la red, poco o ningún caso tiene modificar la página, creo. Es sólo un testimonio de dónde estaba hace 13 años, dónde estoy hoy, y hacia dónde voy. También es un testimonio de la red en sus inicios y de hacia dónde vamos como ente colectivo; sobre todo como ente colectivo en la red en español.

13.10.09

derechos del lector

No he escrito aquí en un buen rato, pero tengo excusa. Primero, como siempre, tengo mucho trabajo. No me quejo —al contrario— pero sí echo de menos el tiempo que alguna vez tuve para pensar tonterías, y escribirlas después.

Segundo, he estado viajando. De hecho, ahora mismo —mientras escribo— estoy en Frankfurt, para la feria del libro (Buchmesse). Hoy, martes 13 —ni te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes— estoy en la conferencia TOC – Tools of Change for Publishing, de la que estaré escribiendo, espero, un poco.

Tercero, he estado preparando un sitio nuevo. No para este blog, sino para otra cosa completamente distinta —aunque complementaria—. Se trata de un acercamiento que, creo, es completamente radical para el modo de leer y entender la lectura en el mundo digital, o electrónico: los derechos del lector. Me atrevo a decir que es radical, por no decir novedoso, porque hasta ahora nadie habla de ello. Al menos no he escuchado nunca que se diga nada al respecto, y en las conferencias de hoy, por lo que anticipa el programa, tampoco lo harán (Actualización: sólo lo hizo Cory Doctorow). Tampoco lo hicieron en la maestría en edición digital que cursé en años pasados, ni en el curso de formación de editores al que asistí en España este mismo año. Tampoco lo hicieron en el Congreso Internacional del Mundo del Libro del FCE, aunque, en ese caso, sí se habló un poco de la experiencia y las necesidades del lector, pero como comprador y usuario de una biblioteca, no como un lector por sí mismo, por sí sólo.

Lo gracioso, y a la vez lo triste, es que esto tiene dos lados irónicos, el uno más que el otro. La primera ironía es que los únicos que hablan sobre los derechos del lector son programadores, y un abogado: los defensores y protectores del software libre, en especial Richard Stallman y Lawrence Lessig, profesor de derecho en Stanford. Sus libros, Software libre para una sociedad libre, y Cultura libre, respectivamente —ambos gratuitos— , puedo decir, sinceramente, me transformaron por completo. Me quitaron lo cínico. No sé cómo explicarlo, pero puedo dar una analogía: todos sabemos que el agua se va a acabar, pero no te comprometes a cerrar la llave hasta que no ves una fuga masiva, o te restringen el servicio cinco días a la semana a dos horas por día.

La segunda ironía es que entre los involucrados en la cadena del libro nadie habla del lector. Sí se habla pero se le menciona como un consumidor, como un usuario de un servicio; la mayoría de las veces —y esto es consecuencia de lo anterior— el lector es un ladrón, o un pirata. En palabras de Cory Doctorow en TOC Frankfurt: “a reader is not a user, there is no license to read […] You need to restore ownership to books. If I buy a book, it's mine”. La ironía es que todos los asistentes a estas sesiones son lectores antes de ser lo que son ahora: editores, escritores, agentes, vendedores (justo mientras escribo esto, Doctorow dice exactamente lo mismo para terminar su conferencia; ok, weird).

Justo antes de salir rumbo a Frankfurt leí en El país semanal la columna de Javier Marías —que en realidad era la continuación de su columna de la semana anterior— en la ya clásica última página de la revista. En ella, el autor hablaba de cómo es injusto, segun él, que los derechos de los libros “caduquen” al pasar al dominio público —“lo que creamos o inventamos, lo que es más nuestro que cualquier bien adquirido por cualquiera, tiene fecha de caducidad y pasará a ser del dominio público un día, a diferencia de lo que ocurre con las propiedades de todos los demás: la gente lega sus casas, tierras, fortunas, negocios, de generación en generación”— y, en resumidas cuentas, acusaba a los que comparten contenido en línea de acabar con la cultura, sin distingo alguno entre aquellos que lo hacen sin ánimo de lucro y los que lo hacen para vender ilegalmente. Marías piensa, y escribe, que si no le pagan a los que hoy son escritores reconocidos ya no habrá literatura: "esto es lo que seguramente va a pasar con la cultura y el arte. Dejarán de hacerse”; Marías dice esto porque cree que sin el modelo actual de los libros no habrá incentivo para escribir. Le tengo malas noticias, señor Marías: hoy hay más gente escribiendo que nunca antes en la historia, y no porque se compartan los libros se va a dejar de escribir: muy al contrario, mientras más se comparta, más incentivo habrá, para más personas, para plasmar las ideas con palabras. Pregúntele a cualquier bloguero. La tendencia, como bien señala, no se va a revertir. Si no le gusta, mejor deje de escribir de una buena vez y deje las amenazas y pataletas: tal vez sea momento de que alguien más, menos aprehensivo, tenga oportunidad de escribir en la página final de la revista.

Ideas fatalistas —y, en pocas palabras, chillonas— como las de Marías, no hacen más que exacerbar el sentimiento entre algunos autores, y muchos editores, de que el enemigo es aquel hipotético consumidor que comparte sus libros, el que los baja sin pagar, el que los regala a su familia y, así, roba y mata de hambre al autor, al librero, al editor. Pero el lector, quien hace eso ahora con sus libros en papel y quiere seguir haciéndolo con los libros digitales, no es el enemigo. Ni siquiera es un consumidor. El lector es el lector. El lector es el fin del libro, y su principio. El lector somos todos. Por eso necesitamos que se hable en favor de los lectores, pero no desde o hacia el mundo editorial, sino hacia el mundo de los lectores. Que se hable de los derechos del lector. De ello depende que sigamos, como humanidad, leyendo. Primero. Y luego escribiendo, y editando, y viviendo con, entre, desde, para y por los libros, sea cual sea su soporte.

25.7.09

dos entradas en blogs ajenos

Primero, escribí una entrada como invitado en el Árbol de los Mil Nombres, blog de Agustín Fest. Se titula Cuando Dios aventó los dados (Fest nos dio el título, digamos, aleatoriamente) y no trata de nada de eso. Creo que me quedó bien.

Segundo, en la Balada del Elefante Azul, J. hace una defensa muy lúcida del futuro del libro electrónico titulada Está bien: hablemos de la evolución del libro. Me hubiera encantado escribirla yo mismo. Vayan, mientras les copio unos párrafos:

los nostálgicos del papel no deben ser muy distintos de los que soltaban los letraheridos que tuvieron que vivir la transición de la pluma a la imprenta: "esas máquinas frías", dirían, "nunca podrán capturar la gracia de la caligrafía, su emotividad."

Otra cosa que permitirán a largo plazo los libros electrónicos, y aquí pasemos al terreno de la ciencia ficción, es que nazca una literatura creada para ser leída en dispositivos programables. Novelas escritas y diseñadas explícitamente para aprovechar el nuevo medio, verdadera literatura digital. De la misma manera no es difícil imaginar ediciones electrónicas especiales de libros de papel "clásicos". Infinite Jest en formato ebook con un sistema de navegación entre las notas y el texto (así como la posible reorganización en orden cronológico (como el huevo de pascua del DVD de Memento) e interconexión con una edición electrónica del OED) sería una delicia (descontando el alivio que implicaría que pesara varios gramos menos). Seguramente a ustedes se les pueden ocurrir más ejemplos con sus libros favoritos.

17.7.09

google (reader) vs. facebook

Hoy me encuentro con que puedo agregar a mis lecturas de Google Reader a una serie de personas que no conozco, pero que compartan con el público sus lecturas a través de este lector de RSS.
¿Esto será útil? Quién sabe, igual y es sólo una acumulación de absurdos, porque, bien mirado, ¿para qué sirve compartir? Pensemos en Facebook: ¿de verdad me sirve (o no) saber si una conocida recibió una galleta de la suerte (virtual) donde dice que hallará el amor? No, no me sirve, ni me deja de servir, a menos que sea una excusa para entablar una conversación con esa persona. A fin de cuentas, toda conversación es una excusa llevada a sus últimas consecuencias, si no, nadie tendría por qué hablar nunca.
La pregunta es ¿quiero mantener conversaciones a través de las lecturas de los demás? Sí, me parece buena idea, prefiero mantener conversaciones a partir de lo que los otros leen que a través de las "galletas virtuales de la suerte" de Facebook.
Ahora, si tan solo el lector de Google pudiera agregar lecturas fuera de línea (libros impresos, películas, música (como last.fm)) entonces no habría más competencia, nunca.
Google Reader, de seguir así, será el claro ganador en las redes sociales, tan simple como porque no necesito entrar a Facebook diario (ni puedo, si está bloqueado en el trabajo, por ejemplo), pero si no veo mis feeds y no leo mi correo, ¿para qué me conecto, entonces?

2.7.09

honduras

Recién me llega este correo, desde Tegucigalpa, de Guillermo Brune, editor Hondureño, que resume de manera excelente, y por lo mismo brutal, la situación en Honduras:

Manuel Zelaya, alias "Mel", tomó posesión de su cargo en enero de 2006, es decir, este era su último año de gobierno. Durante los primeros tres años y medio, Mel fue exactamente como todos los presidentes anteriores: irresponsable, corrupto, etc.; ustedes que son latinos ya saben cómo es esto. Pues bien, este tipo, igual que todos los demás, quiso asegurarse su cuota de poder una vez saliera de su cargo; algunos dicen que empezó con el Ministerio Público, pero lo rechazaron; otros que se fue con Micheletti (actual presidente, y que fue candidato por el Partido Liberal y perdió en votaciones el año pasado), y no le salió; y así con dos o tres personas más. Las malas lenguas aducen que por todos estos fracasos, decidió introducir el proyecto de la Cuarta Urna. Dicha urna estaba destinada para que la población se pronunciara en si quería que se instalara una Asamblea Nacional Constituyente, y así reformar la Constitución de la República. La Cuarta Urna, según Mel, sería una urna colocada, en noviembre de este año en las elecciones generales, junto a las otras tres que corresponden a las votaciones de presidente, diputados y alcaldes. ¡Ah! Pero para ponerla, Mel necesitaba una ley; ¡ah!, y para que el Congreso Nacional accediera a hacer esa ley, Mel iba a mandar un anteproyecto. Pero el Congreso, presidido por Micheletti (el actual presidente, y el tipo que perdió las elecciones el año pasado, y que se convirtió en acérrimo enemigo de Mel), no iba nunca a hacer esa ley, ¡jamás! Entonces Mel, para apoyar ese anteproyecto, se le ocurrió hacer una encuesta, que se iba a realizar el domingo del golpe, en la que se preguntaría si uno estaba de acuerdo en que se pusiera la Cuarta Urna. Dicha encuesta fue catalogada de ilegal por todos los entes de justicia hondureños, pero Mel, aún así, y alentado por Chávez (con el que Mel es uña y mugre), siguió con todos los preparativos. Al final, ¡pá!, el golpe; mandan a Mel a Costa Rica en pijamas. Micheletti, cara dura, ese mismo día se proclama como el presidente de todos los hondureñitos (por fin se le hizo al indeseado ese). Y viene todo lo que un golpe trae: incertidumbre, toques de queda, represión, etcétera. Ahora, el resultado es una Honduras polarizada, los que quieren la restitución de Zelaya, y los que no; si se queda Micheletti, malo, y si regresa Mel, malo. Al final, los jodidos siempre somos los mismos. Y en eso estamos, los militares por un lado, un minibloqueo de los paises centroamericanos por otro, los seguidores de Mel por unas calles, los que están en contra por otras. Estamos entre el diablo y el demonio.


Nuestras fuerzas están en las honduras.

16.6.09

Bloomsday

¿Cuándo termina un día? El día termina cuando cae el sol, sí, pero ¿cuándo, humanamente, acaba un día y se pasa al otro? Pensar que sea cuando dan las doce de la noche es como creer que en verdad cuando se pasa la línea del tiempo internacional ya es otro día, es como creer que en Nepal se está acabando el día siguiente a este, que para mí no ha empezado, aún, a terminar. Supongamos, entonces, que si bien no se sabe cuándo termina un día, el día comienza cuando uno despierta. Bien.

A las 3:52 de la madrugada me levanté para ir al baño. Llanta, nuestra gata de seis meses, estaba dormida pero ello no le impidió maullar junto a la puerta para que la saludara al salir. Luego bebí un vaso de agua o tal vez de cocacola y volví a la cama.

El día volvió a comenzar a las 7:13. El gato maullaba. Me metí al baño de nuevo, luego abrí la llave de la regadera. Hace tres semanas cambiamos el calentador de 22 años de el departamento por uno nuevo y automático. Mis "regaderazos" han pasado de ser de tres minutos y medio a ser de casi quince. Agua caliente: no hay nada mejor en el mundo. La espuma en mi cabeza detonó dos ideas: debo cortarme el pelo pronto y ¿cuándo fue la última vez que fui? Mi peluquero vive a la vuelta de la casa de mis papás, bastante más lejos de donde ahora vivo. Siempre digo que si viviéramos en Europa, mis papás vivirían en Suiza y yo en Italia, no por las condiciones, sino por las distancias.

El peluquero en realidad se mantiene no de su clientela civil sino de la cantidad de soldados que pasados largos fines de semana o periodos de permiso necesitan un corte de pelo para pasar la revisión al volver al campo militar #1, que está casi en frente. Antes, cuando lo iba a ver más seguido (los sábados al medio día nunca tiene gente esperando) me divertía oyéndolo contar cómo se iban los muchachos a las inundaciones, a los terremotos, a ayudar. Ahora no: sólo quedan cuentos trágicos de cómo cada vez van menos muchachos a verlo, porque los tienen en Ciudad Juárez, muriéndose o cortándose el pelo en otro lado. Creo que, como cada vez que voy tiene menos gente, el peluquero va cobrando más. No sé: le doy cincuenta pesos y él no hace por darme cambio aunque cuando empecé a ir con él (hace ya diez años) cobraba 20.

El vestirse es tan obvio que nadie lo cuenta en sus cuentos. Más bien se cuenta el salir desnudo, o con la ropa equivocada. Mi mujer, mi ardilla, duerme, espero unos minutos más para despertarla. Me visto con parsimonia. Una camisa azul y unos dockers. Son cómodos los dockers: me veo más aseñorado, pero es mejor que el traje. Nunca pensé que la transición hacia una vida de oficina fuera tan... insípida. Siempre pensé que habría alguna batalla interna en mí, algo que me dijera: no, no puedes hacer eso, no hay vuelta atrás. Pero nada. Ahora llego a las 9 a la oficina, salgo a las 7 o casi y no pasa nada, es como si ese tiempo no transcurriera.

En el camino al trabajo justo pienso eso: es triste, me pone triste, que mi trabajo, que uno pensaría es increíble, esté tan vacío. Me pasó lo mismo cuando estudié letras: cuando terminé la carrera dejé de leer. Por más de un año. Bueno, leía, sí, pero ya había perdido esas ansias que alguna vez tuve por devorar novelas, cuentos y ensayos a dos por semana. Es como si mi pasión se hubiera consumido, como un amor que acaba por tedio, por verse todos los días, por libros abandonados por ahí, sin haber pasado de la página 30.

Pues si estudiar literatura mata pasiones, trabajar con ella es peor. Lo más malo es confirmar esa sospecha que uno tiene desde que empieza a estudiarla en serio: en realidad no existe. Bueno, sí, sí existe, en al menos dos sentidos: como aquella expresión humana sublime y estética que sobrepasa las barreras del tiempo para volverse, junto con el nombre de su autor, eterna, y como todo aquello escrito y legible que cumple algún fin delimitado: sea informar, entretener, difundir, asombrar; en este último punto es donde la literatura médica y la poesía decente van de la mano. No, lo que no existe es la literatura como negocio impreso. Ojalá desapareciera el papel de una buena vez, así veríamos cómo una muy buen parte de lo que se considera literario desaparecería sin que nadie lo notara. ¿Cómo? Si ya no se detenta el medio de difusión, no hay cómo hacerse notar entre millones de voces. Tengo una imprenta, tengo una editorial, tengo una librería, tengo el medio de censura oficial, tengo un premio literario: este es el método normal de la literatura. Si no pregúntenle a Pasternak, a Churchill. El día en que ya no importe quién tiene el dinero para costear el papel y la distribución, entonces vamos a ver qué en verdad es literario, de qué lado masca la iguana. Can't hardly wait.

Estoy cansado. Seguiré, mañana.

Ya es otro día, aunque en realidad es el mismo. O no, depende mucho más del tiempo que transcurra en la lectura que el tiempo que transcurra en la escritura. Qué difícil es trasladar el tiempo a la narrativa. Sólo los verdaderos buenazos lo hacen. Esto, como el estirar las reglas gramaticales, es algo que, si bien se puede aprender, no se puede enseñar. En el trabajo día con día me llegan propuestas literarias que debo rechazar sin más, la mayoría por problemas mucho mayores que el manejo temporal. Lo que llega a mis manos no es, en un 90%, ni siquiera literatura que pudiera convertirse en tal con dinero. Sí, porque el dinero en edición, corrección, un diseño lindo y un forro decente convierte la poesía pasable en decente, la decente en buena, la buena en destacable. Lo que no puede hacer es convertir la mala poesía en buena. Hay cosas que el dinero, de verdad, no puede comprar.

Lo más triste del trabajo es que me vuelve cínico. Es fácil volverse cínico cuando, en esencia, el trabajo es fácil. Parafraseando a Seinfeld, identificar la mala literatura sí es como distinguir un toupeé. Hay quien usa pelucas muy buenas, pero el disfraz siempre se cae. Y entonces el cinismo es creciente. Una que otra vez dejas que un desconocido pase el primer filtro, pero siempre es rebotado: no hay modo, puesto que la cantidad de cosas buenas que hay por ahí escritas por gente con "nombre", aún en medio de todas las malas, sobrepasa por mucho la capacidad de inversión de cualquier editor, ya no digamos de los lectores, que cada vez son menos. Hay tantos libros (y si ya llegamos hasta libros quiere decir que alguien pensó que, al menos, su contenido no es malo) que no hay espacio suficiente en el mundo para tenerlos todos.

Vino un hombre a verme. Traía consigo la poesía de cuatro generaciones familiares: él, su padre, su abuela, su bisabuelo. Todos inéditos, todos desconocidos, todos tal vez pasables. Lo rechacé sin más. Generalmente les regalo un libro y se van contentos, pero él no.
—Pero entonces, ¿cómo hago para que me lo publiquen? (Él)
—Mire, señor, en esto hay que tocar muchas puertas. (Yo)
—Pero es que ya me lo decían, en este país a nadie le interesa... (Él)
—No es que no interese, es que hay otros lugares donde estarán más interesados... (Yo)
—Pero ¿cómo van a estar más interesados si usted dice que esto no se vendería? (Él)
—No, yo le digo que lo más probable sea que, si lo dictamino, termine por ser rechazado, probablemente por sus perspectivas económicas, sin detrimento alguno de su contenido, que desconozco aún... (Yo)
—Yo pensaba que aquí interesaba la cultura. Porque eso dice en el nombre del lugar, ¿no? "Cultura"... (Él)
Y así por media hora, hasta que se cansó de que le dijera que no, y se fue.

Ayer llegaron muchas más propuestas. Tenemos hasta un código que en unos seis u ocho caracteres define el futuro de las propuestas que llegan casi cada hora a mi correo electrónico. La mayoría de los destinos es corto. Cuando llegan por correo implican más trabajo, porque cuando vienen en persona les podemos decir, de entrada, que no, que muchas gracias, que lo lleven a otro lado. Cuando llegan por correo electrónico hay que gastar tiempo y dinero en justificar los rechazos: dictámenes, registros, reportes. Resumiendo: no, no hay lugar para más libros, desistan. Por favor.

El señor de la poesía de las cuatro generaciones me causó un colapso de cinismo. Eso y que tenía que entregar unas tablas con presupuestos (que no servirán de nada, al final, como siempre) y no salí de la oficina: pedimos pizza. ¿Hay cosa más decadente que pedir pizza? No, si como a mí no te alcanza de todos modos para comer pizza todos los días a pesar de tener tanto trabajo que no puedes salir de la oficina para ir a casa a comer, por ejemplo. En estos casos, la pizza es sinónimo de todo lo que anda mal con la humanidad. Salí por la tarde del trabajo francamente agotado. Ojalá mi agotamiento se reflejara en mi estado físico, pero no hago sino engordar. Y estar cansado. Y cansarme de las necedades de la oficina, las luchas internas por los diminutos, microscópicos, cotos de poder que tienen todos los involucrados en hacer que un libro "aparezca". Noticia, queridos co-laboradores: todo esto es absurdo, sería mejor poder pasarla bien y sin intrigas, al menos.

Ya en casa, mi mujer estaba acabando unas listas y me puse a jugar con Llanta y a ver la televisión. Un hombre lleva al matadero a sus pavos, a los que había cuidado todo un año, para convertirlos en comida: se despide de ellos por su nombre (Becky, digamos), otro los cuelga de una percha de metal, les inserta un tubo en la boca y, sin más dilación, activa un interruptor que hace pasar 600 volts por el cuerpo del pavo. Un co-co-coooó breve y Becky está muerta, pero para asegurarse le rebana el cuello. El dueño de los pavos hace un gesto y va por otro. Luego, una vez muertos seis u ocho, los despluman. Uno de ellos dice que es más fácil cuando todavía están tibios, el dueño no para de repetir que qué bueno que no están sus hijos para ver aquello, las plumas de Becky y los demás pavos por todo el suelo, cubiertas de sangre.

Luego vino mi mujer, mi ardilla, y me llenó de besos. Me preguntó si me pasaba algo. Le dije que sí, que, para no hacer el cuento largo, estoy casi seguro de que si yo mismo llegara conmigo a mi oficina con mi libro de cuentos y lo propusiera para publicar, yo no me daría a mí mismo ni siquiera el beneficio de un dictamen y me rechazaría sin más. No puedo seguir así sin empezar a devorarme a mí mismo, era lo que quería decir. Mi mujer me miró, me acarició la frente y me preguntó que si quería cenar algo. Le dije que sí. Me trajo un mamey. Era un mamey perfecto. Color, olor, sabor, textura. Un japonés hubiera matado a otro por media cucharada del kilo completo de perfección de la fruta que me cené sin más contemplación. De pronto las cosas ya no parecían estar tan mal. Si el mamey está bien, ¿qué importa?

Conversamos un poco sobre frutas. ¿Será el mango primo del mamey? Yo le dije que más bien me parece que el aguacate y el mamey son parientes y que el mango es otra familia; fruta al fin, sí, pero de otra estirpe. Y aún así, entre las frutas hay tanta variedad, son como roedores: hay desde ratoncitos de campo hasta el capibara, pasando por conejos y ardillas. Y topos, me dijo mi ardilla. Nos besamos. Creo que un topo no es un roedor, le dije. No importa. Nos fuimos a la cama. Luego eran las 10:55 de la noche.

A las 11:34 de la noche me levanté de la cama, fui al baño, limpié la arena del gato, le cambié el agua y escribí la primera parte de esto. Luego, cuando me cansé, una hora después, volví a la cama.

¿Cuánto dura una noche? He tenido algunos sueños que han durado años, y noches vacías que han pasado en un segundo. Compartir los sueños, ya sea contándolos, escribiéndolos o incluso durmiendo con alguien, es materia imposible. Si ya es difícil transmitir la sensación de un día real, entonces del tiempo interno del sueño... La redacción del fluir de conciencia se encuentra, entonces, a caballo entre Los sueños de Akira Kurosawa y 24 con Kiefer Sutherland, entre Joyce y José Emilio Pacheco, entre Hamlet y Segismundo. Bien. Buenas noches, o buenos días, entonces.

(Más información)

5.6.09

como no te voy a querer...

Sí, tal cual: como no te voy a querer, ¿para qué me esfuerzo en explicártelo? O, mejor aún, como no voy a ir a ver tu película, ¿para qué me preocupo en explicarte la faltotota de ortografía que en este caso sí (oh, sí que sí) cambia por completo el sentido de lo que estás tratando de decir?



Era para que alguien en Imcine (o de perdida, oh ironía, en la UNAM) le hubiera dicho al responsable de esto: "mira, como no te vamos a dar dinero..."

¿Cómo? Así, sin acento.

30.5.09

dile no a cablevisión

¿Estás pensando en cambiarte a Cablevisión con su combo de televisión, internet y teléfono? No lo hagas.

Llevo ya con el servicio dos años y medio o más y siempre da problemas, sobre todo el internet (que se llama según ellos Cableaccess o no sé qué tontería), tantos que a veces desearías no tener internet del todo, mejor.

Antes de seguir, quiero dejar dos cosas claras: siempre he pagado a tiempo todos y cada uno de sus cargos; si no lo cancelo es porque no tengo modo de contratar Telmex en su lugar (que sería el único servicio "decente"); ¿como quejarse si uno no es cliente?: el problema no es mío (yo lo tengo todo en orden) el problema es de Cablevisión. Y ¿qué mejor que quejarse de su servicio usando su servcio?

¿Ejemplos? Bueno, van cuatro:

1. Cablevisión puede tardar más de tres meses en reestablecer tu conexión cuando te mudas. Eso me pasó a mí, me cambié un noviembre y nos conectaron hasta enero. No fue gracioso. Al menos no me cobraron esos meses, pero sí que me quitaron tiempo en llamadas y en espera, además de no poder tener internet en casa todo ese tiempo.

2. Cablevisión lleva bloqueando más de cuatro meses los puertos de actualización, juego en línea y tienda virtual de la consola Wii. Me consta porque está bloquedo en mi Wii y no soy el único: incluso Nintendo acepta que el bloqueo existe y que no pueden hacer nada. Si uno habla para quejarse es lo mismo: lo niegan, dicen que es problema del modem, problema de Nintendo, problema de la red y hasta de la computadora. Incluso llegarían a mandar un técnico a decir que no es problema suyo.

3. Ahora mismo, mientras escribo esto, no me funciona el internet, desde hace 5 horas. ¿Qué pasó? Lo de siempre: un segundo funciona bien y al siguiente tienes que recargar las páginas 25 veces, sin razón: no moví nada, no estaba lloviendo, no hay apagones, no tengo virus (uso Ubuntu) y de todos modos se va. No importa si sólo estás viendo Facebook, pero yo estaba tratando de trabajar, y trabajo en línea con FTPs y GoogleDocs. Qué mierda.

4. Durante más de 8 meses durante el año pasado youtube estuvo bloqueado por el internet de Cablevisión. Esto se llama "traffic shaping" y Cablevisión lo hace todo el tiempo, pero siempre lo niegan. ¿Cómo es eso? Bueno, si querías hacer cualquier otra cosa, perfecto, pero si estabas por ver un video en youtube de un minuto, ya podías estar dispuesto a esperar hasta 20 minutos a que cargara. Sí, hasta 20 minutos, peor que con un modem de 1400kbps (y yo navegué con uno de esos de 1994 a 1997, así que sé de lo que hablo). Cuando uno hablaba para quejarse los operadores se limitaban a decir que eso no era cierto y que si estaba lento era por la carga de youtube. ¿Huh? El razonamiento simplemente era absurdo, porque incluso los mismos videos de alta calidad en el mismo youtube cargaban a velocidad normal y hasta más rápida. Cablevisión tenía bloqueado la dirección de videos normales. Pero no me crean a mí, van unas ligas como muestra, unas tienen videos, porque una imagen en movimiento vale más que veinticuatro mil palabras por segundo:
Traffic Shaping Cablevisión - Foros de Byte
Pruebas contra Cablevisión - Expectáculos
Cablevisión limita y cierra puertos - Apestan
Prueba de que Cableaccess hace traffic shaping - Opinare blog
Sí, ahora ya desbloquearon youtube, pero ¿cómo sabes que no lo van a volver a hacer? Si para bloquear protocolos como el emule se inventan leyes que no existen. En serio:
¿Cablevisión me permite el "Peer to Peer" (P2P)?
El Peer to Peer consiste en una conexión directa entre dos PC/servidores que utilizan un Ancho de Banda constante y provoca que la optimización de recursos de la red se pierda. Actualmente esta conexión no está permitida en varios países, incluyendo México. Cablevisión te garantiza un Ancho de banda compartido, por medio del cual el usuario fijo puede subir y bajar archivos de manera legal mientras el usuario esté conectado.

El subrayado es mío. Creo que si hubieran pasado una ley prohibiendo el Peer to Peer, no sólo nos hubíeramos enterado, sino que seríamos los primeros países en legislarlo tan claramente. Eso ya sería un logro inaudito de nuestra cámara de diputados que no pueden ni legislar que no haya celulares (o televisión e internet por cable, ejem) dentro de los penales, menos aún sobre bloqueo de puertos en internet.

27.5.09

funny cat: llanta


Llanta es nuestra gatita, tiene como cinco meses o seis. Se llama así porque la encontramos debajo de una camioneta, justo en donde va la llanta de refacción.

Yo nunca había tenido un gato, y de hecho no me gustaban mucho, pero ahora veo por qué la gente los tiene y los quiere. Son fantásticos: siempre están haciendo algo inesperado. Como esto del video (los que lean esto en Facebook tendrán que entrar a "ver la nota original" a verlo). Aclaración: no es navidad, es hace unos días, en un periodo de limpieza.

21.5.09

en todas partes igual

Por fin se preguntaron si habría hombres en las estrellas. ¿Por qué no? y como la Creación es armónica, los habitantes de sirio debían de ser desmesuradamente grandes, los de Marte de talla mediana, los de Venus muy pequeños. A menos que sea en todas partes igual. Existen allá arriba comerciantes, gendarmes; los hombres trafican, pelean; los reyes son destronados.

Gustave Flaubert, Bouvard y Pécuchet, Barcelona: Tusquets, 1999, pág. 74.

20.5.09

La máquina del tiempo

I. Fracasos

Jaime llevaba muchos años tratando de echar a andar su máquina del tiempo. Sabía que le faltaba poco, a pesar de que las pruebas siempre eran fallidas. Una vez metió un libro al sistema y lo encontró tres meses después en Maruata, Michoacán. Otra vez metió un mensaje en una botella y se lo devolvieron pasados unos meses por correo, con fecha del envío en la máquina y sellos de las Filipinas.

II. ¡Funciona!

El meollo no era el tiempo, sino el espacio. Así, con un globo aerostático y mucha paciencia, Jaime logró hacer su primer experimento. Primero, envió al futuro un períódico (un día solamente); a la siguiente mañana echó a andar la máquina vacía, subió el globo, esperó unos minutos y lo bajó. Encontró el diario que había enviado el día anterior al futuro.

III. Apariciones

Entonces Jaime fabricó una máquina del tiempo con suficiente tamaño par albergar a tres o cuatro personas y envió al futuro (unas horas apenas) a su asistente. Cuál sería su sorpresa cuando al bajar el globo aerostático no sólo no lo halló vacío (cosa esperada puesto que el asistente habíase ido unas horas al futuro), sino que de la máquina bajaban cuatro personas completamente extrañas provenientes de diversos tiempos en el futuro.

IV. ¿Boleto?

Los viajantes no tardaron en explicarle que su máquina había tenido tal éxito que ahora había una fila larguísima de espera para viajar al pasado desde diversos momentos en el futuro. Tanta era la gente que ya esperaba el viaje (desde algún momento del tiempo) que si en ese instante Jaime hubiera querido procurarse un boleto, le habría tocado el número 123219004. Y eso que los boletos son, eran y serán caros.

V. Verbal

Jaime comprendió, comprende y comprenderá dos cosas: la primera es que sólo se puede viajar hasta el momento en el que echó a andar su máquina, no más atrás nunca, y que todo lo que va a ocurrir ya ha ocurrido y está ocurriendo. Así, cuando le tocara viajar por el tiempo a él, ello ya habría ocurrido, fuera la época que fuera a la que viajara, como si siempre hubiera estado ahí. En ese momento (y en todos, en realidad) Jaime se percató que viajar por el tiempo, entonces, carecía por completo de interés.

13.5.09

discoteca de similares

He decidido empezar una mini serie musical aquí. ¿Qué tan mini? Igual y es sólo esta entrada. ¿En qué consiste? En encontrar similitudes entre canciones.

Por ejemplo: ¿A nadie le parece que Who's gonna ride your wild horses de U2 es en esencia (o sea, en fondo) casi igual a Quién te cantará de Mocedades? Lo más preocupante es, ¿cuál fue primero?



3.5.09

incentivos

Aviso: para incentivarme a escribir en mi blog he implementado unos cambios en él, la mayoría muy leves, pero sustanciales.

El primero es que le puse publicidad. Ni modo; lo hago porque espero me impulse a ver si ahora sí recibo más visitas. No creo estar haciendo mal, si pensamos que es muy poco invasiva, que se puede ignorar fácilmente y que mi blog llevaba ya cinco años y medio sin gota de publicidad.

El segundo cambio es que he puesto que todas mis entradas se vean en Facebook y Twitter automáticamente. Esto es un incentivo doble para escribir, al menos a mis ojos.

Tercero, he hecho sutiles cambios al código que significarán que el blog cargará mucho más rápido (se quedaba colgado con frecuencia).

Lo siguiente sería cambiarle el diseño, pero eso ya me da un poco más de flojera (sobre todo ya que este funciona bien).

27.4.09

Sobre la influenza y Doce monos

Cuando se estrenó Doce monos tenía como 16 años y la fui a ver a un cine que ya no existe. Recuerdo que iba acompañado de la que entonces era mi novia y en realidad íbamos al cine a besarnos, más que a ver la cinta. Hasta ahí todo bien, sin embargo, y no me dejarán mentir aquellos que también sean cuatro ojos, ir al cine a besarse con la novia y ver la película cuando uno necesita anteojos es casi imposible. Así las cosas, como la película estaba realmente buena y estaba muy interesado en besar a la novia también, cada cinco minutos tenía que limpiar los vidrios de mis gafas para poder seguir la acción en pantalla.



Los que la han visto recordarán que hay una escena clave: cuando el padre del personaje que interpreta Brad Pitt está en su laboratorio y vemos por primera vez al científico loco que va a soltar el virus, que es uno de los trabajadores del lugar. Pues bien, justo tuve que limpiarme los lentes antes de esa escena y como consecuencia, cuando al final se revela la identidad del verdadero culpable, no supe de quién se trataba y me sentí engañado. De hecho, sólo hasta que la pude volver a ver años después entendí del todo qué era lo que había pasado.

En realidad lo que me ocurrió no es consecuencia de un problema de percepción, sino de un ejercicio de narrativa: la película no se trata de encontrar al verdadero culpable de la epidemia, sino de explicar la vida del personaje que interpreta Bruce Willis, explicar quién es el narrador (¿la voz que escucha en su cabeza?), y por qué es esencial su existencia para el mundo que lo rodea. ¿Cómo? Dejándonos ver que la confusión es inevitable si se vive circularmente como lo hace el personaje.

El que al final se explique de dónde salió el virus no es un problema de verosimilitud, sino de catársis: deja escapar la tensión de los espectadores, quienes en realidad no pueden "tornar las páginas" para volver a analizar un fragmento de la película y darse cuenta de qué era exactamente lo que estaba pasando. El texto subyacente, lo que en verdad es valioso de la película, puede perfectamente prescindir de la explicación apocalíptica y estoy seguro de que esa era la intención original. También puedo entender las razones por las que no se haya hecho de ese modo: la desazón causada por un final así puede ser tan angustiosa como la causada por una verdadera epidemia.

Y es que las verdaderas epidemias no tienen sentido, ni causante único. Por eso Doce monos trata de todo menos de doce monos. Las catástrofes, aún las ficticias, son como el colapso de la economía, ¿a quién echarle la culpa? Claro que siempre habrá chivos expiatorios, y esas pequeñas catarsis resuelven las tensiones de la angustia y la histeria colectiva poco a poco, aunque la enfermedad no sea paliada, como sucedía con las brujas y los gatos durante la peste negra. No obstante, y a pesar de que la muerte y destrucción estén rampantes, son las experiencias creadas en torno a la catástrofe lo que en verdad permanece. Recordemos, si no, el Decamerón, el teatro isabelino.

¿Acabará la influenza porcina con nuestra civilización tal como ocurre en Doce monos? ¿Se expandirá como una ruta de vuelo: "Woooo-eeee. San Francisco, New Orleans, Rio de Janeiro, Rome, Kinshasa, Karachi, Bangkok, Peking! That's some trip you're taking, sir. All in one week!"? Las probabilidades son muy pocas, cierto, pero con menos probabilidades todos los días cientos de millones de personas compran billetes de lotería. Así que ya saben: si por estos días aparece un hombre que dice que viene del futuro y que hay que quemar las granjas de cerdos y los bancos, no lo tachen de loco tan rápido: puede ser Bruce Willis.

31.3.09

cucharas

Estoy leyendo un "libro acuático" (maravillosa cosa: no se deshace cuando se moja) de textos algo simplones de un señor llamado Luis Piedrahita titulado ¿Cada cuándo hay que lavar un pijama?

Leí un párrafo que es la descripción exacta de mi trabajo, sólo que con cucharas:
"Puede ser, por ejemplo, cucharilla de azucarero. Todos los cubiertos la envidian: '¡Qué vida tan dulce! ¡Oh, qué envidia!' Pero de eso nada. Es la dulcísima amargura de la cuchara que ya no disfruta del azúcar. Es como ese gasolinero al que ya no le hace ilusión el olor a gasolina. De hecho, a la pobre le sale una costra que empieza siendo blanca y acaba siendo marrón."

24.3.09

This is just to let you know

Ten copies
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18.3.09

cosas que aprendí antes de los 30

1. A todas las mujeres les gusta, les encanta, comprar cosas nuevas. Cuando veas a alguna mujer y no tengas nada qué decirle, puedes intentar: "Qué bonito tu [accesorio], ¿es nuevo?"
2. Los taxistas, los traductores y los dentistas son muy parecidos. Sólo los hay de dos tipos: los que quieren hablar todo el rato y los que no quieren que les dirijas la palabra. Supongo que será la soledad del oficio.
3. Nadie va por el mundo buscando comprar un mazo de cartas de poker.
4. Los placeres instantáneos dan más placer si hay tiempos de crisis.
5. La gente siempre juzga los libros por sus cubiertas. Hasta que los leen, claro. De hecho, puedes saber si alguien es un lector con el siguiente test: pregúntale cuál es el libro que más le haya gustado en los últimos meses y por qué; si te describe la portada, no lo leyó. Nadie va por la vida pensando que qué bueno estaba eso de Cien años de soledad porque "qué bonita cubierta".
6. Nunca subestimes el poder de un chocolate para ganarte pequeños favores.
7. El que alguien te haga reír no significa que sea tu amigo.
8. Hay extraños que te marcan más que tu familia sin siquiera convivir con ellos.
9. Si sabes los dos apellidos de alguien quiere decir que o los conociste antes de la universidad, o llevas mucho tiempo en tu trabajo.
10. Dos veces no es siempre casi nunca.
11. Dos veces es siempre, a veces.
12. No puedes tener demasiado amor, pero sí demasiado queso.
13. Si deseas algo realista y lo intentas, es probable que se te cumpla. El problema con los deseos es que se necesita mucho discernimiento para distinguir la tenue línea entre los realistas y los imposibles.
14. Hay que tener cuidado con los deseos que se cumplen. También con los que no, porque se pueden cumplir en el peor momento.
15. Enamorarse es como encender la tele y que justo empiece la película que siempre quisiste ver.
16. El valor de una buena comida es inconmensurable.
17. Comprar algo de marca sólo por la marca es de idiotas. Pero todos lo hacemos, unos con más frecuencia que otros.
18. El dinero vale más cuando apenas alcanza que cuando tienes de sobra o debes mucho.
19. Los estereotipos por países son tan fallidos, o tan acertados, como los zodiacales.
20. No hay dinero suficiente en el mundo para hacerte correr si tienes ampollas en los pies.
21. Manda a hacer unas tarjetas de presentación (personales) lindas y lleva un par encima siempre.
22. Hay que revisar las cuentas de correo antiguas al menos una vez a la quincena.
23. Cuando alguien es tu ex, lo es para siempre.
24. Puedes aprender más en un mes traduciendo obsesivamente la wikipedia que en un curso universitario (y no por el contenido de lo traducido).
25. Criticar a la gente por tener mal gusto es de mal gusto.
26. A menos que la hayas compuesto tú mismo, el mundo no quiere saber qué tipo de música te gusta. Bájale.
27. Las faltas de ortografía no sirven para separar a los buenos escritores de los malos, pero sí ayudan en el 99% de los casos.
28. Hay que respaldarlo todo, incluso las viejas cartas de amor.
29. Una buena contraseña que incluya números, que sea fácil de cambiar con frecuencia y que no se te olvide vale su peso en uranio.
30. La mala poesía es como un bisoñé: se ve desde lejos.

12.2.09

otra vez

He tenido que aprender a escribir.
He tenido que aprender a leer.
De nuevo.
Hay demasiado que decir; hay demasiado que entender.
Y aún así no es suficiente.
He tratado de volver a decir.
Una y otra vez.
Tal vez ahora sí lo logre.