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29.3.06

Nuevas instrucciones para acabar con las hormigas

Carlos Sanders, científico nuclear, estaba harto de las hormigas de su patio. Se habían convertido en el enemigo a muerte de su guerra personal. Al principio el problema era sólo un hormiguero molesto, pero éste fue creciendo y creciendo, incontrolable, y Carlos empezó a encontrar hormigas dentro de su cama y su yoghurt. Así, se dispuso a acabar con ellas, pero con el paso de los años se habían vuelto resistentes a toda clase de insecticidas y técnicas para eliminarlas. Tuvo entonces Carlos que recurrir a vaciar concreto sobre su hermoso jardín, lleno de flores y hormigas. Las flores murieron, pero las hormigas siguieron su curso. Entonces Carlos Sanders tomó una decisión: una pequeñísima, diminuta, apenas visible, bomba atómica. Y para mayor efecto dramático, compró un avión a control remoto y la dejó caer sobre el punto cero: el lugar bajo el concreto donde estaba el cúmulo del hormiguero.
Después todo fue silencio, y las cucarachas.

27.3.06

tanka

Bueno, pues Agustín me dejó un meme literario que consiste en escribir un Tanka. Es poesía oriental, consistente en estrofas con cincosílabas-sietesílabas-cincosílabas-sietesílabas-sietesílabas y con características de haikú, es decir, que las imágenes estén conectas pero no necesariamente por una acción, sino por la misma imágen. Como suena más complicado de lo que es, dejo un ejemplo mío que no es perfecto (y de paso cumplo con el meme), pero funciona:

Llenando huecos,
repitiendo la vida;
celda tras celda,
prisionero del tiempo.
Pinche tabla del Excel.

El meme se lo paso al elefante azul, a okeimakei, a islabel y a alberto chimal.
De nanka (duh, qué mal chiste).

24.3.06

Hágalo usted mismo

Tome usted una hoja en blanco. O no, tal vez sólo la imagen de una hoja en blanco. Después tome un instrumento de escritura. O no, tal vez sólo la imagen del instrumento de escritura. A continuación plasme sus ideas como mejor le parezca o como mejor lo logre. O no, tal vez no haga nada. Para finalizar, lleve el resultado de este proceso a que alguien que sepa más sobre la difusión de dichos resultados, lo valúe y evalúe para saber si vale la pena difundirlo. O no, tal vez sólo súbalo a la red.

22.3.06

cinco, sobre cinco libros recomendables - V


5. Catedral - Raymond Carver - Anagrama

Carver es el maestro indiscutible del cuento contemporáneo. Déjense del boom y la manga, eso ya pasó hace mucho. Incluso el mismo Carver ya pasó (a mejor vida) hace mucho, por ahí de agosto de 1988. Algunos recordarán sus personajes inolvidables pero sin saberlo: Robert Altman los usó para filmar lo que hasta ahora ha sido su mejor película Short-Cuts (Vidas Cruzadas le pusieron en español en un destello de titulación no tan mala).
En una primera lectura la literatura de Carver puede ser engañosa por parecer simplista, un lector no muy avisado o uno muy bueno pero ligeramente disperso puede terminar los cuentos de Raymond y decir "¿pero por qué tanta faramalla con lo que escribe este señor?" Y la verdad es que Carver es tan bueno que no es fácil explicar por qué lo es.
Digámoslo en pocas palabras: si parece que no pasa nada en sus relatos es porque él así quiso que fuera. Hasta ahí muy simple: ¿entonces yo voy y escribo algo en donde no pase nada y soy tan bueno como Carver? Bueno, no, porque sólo parece que no pasa nada, y el verbo parecer es tan sutil (en el español, al menos), que es muy fácil irse con la finta de que si algo parece ser, debe serlo. Y Carver no cuenta cosas en las que no pasa nada, al contrario, en sus cuentos pasan muchas cosas, como un niño que muere de manera violenta, un hombre que odia a su mujer, otro que se pelea a golpes, otro que se acuesta con tres mujeres en una noche, uno más que cae de cabeza sobre el pavimento; no es que no pase nada, es que lo de verdad importante está pasando por detrás de las acciones del cuento, frente a las narices del lector, pero escondidos por su misma profundidad.
Y así los personajes de los cuentos de Carver nunca salen de sus historias igual que como entraron, siempre se modifican, siempre mutan, y con ellos el lector. Una lectura profunda de Carver puede cambiar una vida. Y son muy pocos los autores de los que me atrevo a decir lo mismo.

18.3.06

puente

Estoy de puente de días festivos hasta el miércoles.

Ora sí que como dice uno de los bloggers más visitados "estoy cambiando de canal".

15.3.06

cinco, sobre cinco libros recomendables - IV


4. La lata del domingo - Paco Calderón - Fondo de Cultura Económica

Con pocos libros me divierto como con los libros de "caricaturas", o "monitos". Recuerdo haber disfrutado como nadie el libro Toda Mafalda, de Quino, que me compré perdí hace años ya, o, también de Quino, Esto no es todo.
Lo de Calderón es caricatura política localista mexicana. Se podría decir que Mafalda también era localista argentina, pero no me importa decir nada de Mafalda por ahora. Lo que quiero decir es que mientras que lo de Quino es mudo e universal o parlante y con personajes (tirándole a universales), lo de Calderón es explícitamente mexicano, plagado de referencias mexicanistas y el único personaje que aparece con frecuencia es él mismo (cosa que me parece bastante buena).
Ahora, puedo entender que haya gente a la que no le gusta Calderón, y esto puede ser por sus tendencias políticas (es más de derechas que de izquierdas, y eso queda claro al leerlo), pero hasta sus más fervientes retractores pueden ver que no se muerde la lengua al momento de decir todo aquello que no le parece, venga y caiga el agravio donde corresponda sin miramientos políticos. Y la gran mayoría de sus cartones son brillantes, irónicos.
En definitiva puedo pensar en pocos caricaturistas tan inteligentes como Calderón. Me parece que su capacidad de análisis no está demeritada por exponerla en dibujos y no en palabras, sino al contrario: la capacidad de síntesis de un buen dibujo es algo que todos deberíamos si ya no emular, al menos admirar. Por eso también la brevedad de la recomendación.

14.3.06

pausa

Ayer iba a poner la cuarta entrada de los cinco libros recomendables, pero no he tenido tiempo de escribirla. Espero poder retomar el asunto pronto, tal vez hoy.

11.3.06

cinco, sobre cinco libros recomendables - III


3. La televisión es mala maestra - Karl R. Popper y otros - Fondo de Cultura Económica.
Este libro lo leí buscando callejones, erratas, viudas y huérfanas. Y lo que descubrí fue un lucidísimo ensayo acerca del problema de dejar que la televisión tome el papel que hace no mucho, si bien les iba a los niños y jóvenes, no tomaba nadie, más que los propios caminos dentro de sus respectivas cabezas:
Es probable que, si la televisión fuese una persona, la mayoría de nosotros preferiríamos que se mantuviera lejos de nuestros hijos. Estaríamos hablando de una persona con una tendencia excesiva a la violencia, con preferencias amarillistas, que sufre un desorden de personalidad múltiple y muy poco participativa en lo que la rodea.
¿Por qué, entonces, la sociedad se inclina cada vez más a dejar a los niños frente a la televisión, ocupando el lugar de los padres en su orientación? ¿Qué les enseña a nuestros hijos la televisión, esa "niñera electrónica", esa maestra incuestionable? A través de estas páginas el filósofo austriaco Karl Popper, acompañado por textos de Karol Wojtyla, John Condry y Charles S. Clark, aborda este y otros problemas que la rodean. Entre estos se destacan: la televisión como poder político casi incontrolable, las relaciones entre violencia televisiva y violencia social, y la responsabilidad de los gobiernos y los padres de familia en el control de los contenidos permisibles, no sólo para los niños, sino para la sociedad en general.
Lejos de ser aleccionador, el panorama que La televisión es mala maestra nos presenta es iluminador y conciso; una lección sobre lo que queremos para nuestros hijos, para el futuro de las democracias y nuestro propio porvenir. Tal vez, con su lectura, logremos cambiar no sólo nuestra forma de ver la televisión, sino, también, la forma en la que nos vemos a través de ella. *

* Este es el texto de la nueva cuarta de forros, pero digamos que sé que el que lo escribió me daría permiso de reproducirlo, je.

cinco, sobre cinco libros recomendables - II

2. Relatos de Ocio - Ignacio Mondaca Romero - Instituto Sonorense de Cultura.

[No tengo imagen del libro. Recuérdenme pedírsela a Humphrey.]

Este libro lo obtuve como parte de un intercambio navideño bilateral entre el autor y yo. Y quiero decir que fue un buen intercambio. Al principio del libro se advierte: "la colección carece de un hilo conductor o unidad temática", al leer esto pensé: "¡qué bien!", porque me molestan mucho los libros de cuentos en los que los temas se repiten hasta el cansancio (cfr. Benedetti).
Tengo que decir que de los 11 relatos que habitan en este libro, me gustaron 8, dos me parecieron que podrían haber quedado mejor y uno sólo me parece que le faltó mucho trabajo.
Entre los que me gustaron mucho está "El vuelo de Picasso", que me parece que trata un tema genial desde un punto de vista fenomenal, siendo el tema escondido el ser tan famoso, valga la redundancia, como Picasso, que hasta tu gusto en zapatos sea examinado con detenimiento. Otro fenomenal es "El Pianoforte", cuya historia del piano inamovible me recordó a Ibargüengoitia, lo cual siempre es bueno. "La Historia de un Plagio" es otra historia fenomenal, una especie de caja china dentro de una caja china dentro de otra caja china, todo al rededor de uno de los temas más trillados de la historia de la literatura occidental: el arribo de los reyes magos a la adoración.
Uno de los que siento que les faltó trabajo fue "Ojos Felinos", que me recordó mucho a uno de los primeros cuentos que escribí cuando tenía 16 años (hace 11 años ya, cómo pasa el tiempo), y cuyo final, revelando una locura como último recurso, me recordó mi propia inexperiencia narrativa de aquel entonces.
El cuento que de plano no me gustó fue "Un día Agitado", que siento que no es más que una escena sin consecuencias, en la que lo importante son las referencias extratextuales, a las que el lector nunca es convidado.
Fuera de ese único cuento siento que todos los demás textos están mucho mejores que muchos cuentos publicados hoy en día. Felicidades por un buen libro, humph.
En resumen, un muy buen volumen de cuentos, ampliamente recomendable.

10.3.06

cinco, sobre cinco libros recomendables - I

1. La posibilidad de una isla - Michel Houellebecq - Alfaguara.

No sé bien a bien por qué me gusta tanto lo que escribe Houellebecq. Debe ser esa mezcla tan rara, tan refrescante, entre una sutil ciencia ficción y un existencialismo post-guerrafría lo que lo hace tan interesante ante mis ojos. Lo que sí sé es que éste, sin llegar a ser la obra maestra que es Las partículas elementales, es un gran libro. Me encantó sobre todo por un motivo: tiene la estructura narrativa de un yoyo. Sí, de un yoyo. Primero te enreda pausada, calmadamente, en la situación comprensible, aunque extraña, de que dos narradores distintos sean la misma persona, pero con dos mil años de diferencia entre sí. Y luego te suelta con una velocidad inusitada, y te deja colgado, dando de vueltas, casi sin creerlo, en el centro de una revelación mesiánica, capitulada en versículos casi bíblicos, pero genéticos. Y después, cuando parece que ya se le acaba la fuerza y nunca volverás a subir sin intervención externa, un jalón te lleva, sutilmente, hasta el inicio, y caes en la palma de la narración, lleno de dudas, con una cierta insatisfacción gratísima. Dejen de lado los temas "actuales", eso pasa de moda más rápido que un parpadeo: lo que tenemos aquí es un gran narrador. Houellebecq mezcla géneros completamente dispares, asombrosamente opuestos, con la maestría de un gran chef, y eso es lo que hace de ésta una gran lectura.

8.3.06

El avance científico de la lectura

El prestigioso Dr. Dr. Morales (doctor doble, por serlo en sociología y en endocrinología), anuncia a la nación y al mundo su mayor avance científico: El Ejercicio Físico Puramente Mental (EFIPUMEME).
El EFIPUMEME consiste en hacer que el esfuerzo mental se vea reflejado en la fisonomía corporal, mediante una ligera modificación radiactiva en el genoma del individuo. Una vez realizado el procedimiento, asegura el Dr. Dr. Morales, bastará con pensar en alguna solución matemática, en algún problema filosófico o incluso en procurar la resolución de un conflicto personal, para que el esfuerzo mental se vea reflejado en el cuerpo y los hombres se vuelvan musculosos y atléticos, y las mujeres se pongan buenísimas.
No faltan los primeros voluntarios y se elige a seis para probar el procedimiento: un contador, un chofer de taxi, una poeta, dos amas de casa y un futbolista (como individuo de control). Convertidos en figuras públicas, no pasa mucho tiempo antes de que se empicen a notar los primeros resultados. Las amas de casa han tenido un desarrollo espectacular y se han puesto no buenas, buenérrimas. El futbolista, por otro lado, ha visto disminuido su bienestar físico, por más que se ha esforzado en redoblar sus ejercicios diarios. El contador y el chofer del taxi, sin embargo, están igual de escuálidos y de poco atléticos que antes, al igual que la poeta.
Los resultados del EFIPUMEME son un gran misterio para todos, y más para el Dr. Dr. Morales, quien pide tiempo para reinterpretar lo ocurrido antes de se empiece tachar su experimento de un fracaso.
Un breve análisis de los hábitos de los voluntarios deja al descubierto las causas y el problema: no es solo el pensamiento lo que hace que el cuerpo se desarrolle bajo el tratamiento, sino el pensamiento consecutivo-imaginativo que implica la lectura. En otras palabras, el leer es lo que se reflejará corporalemente bajo el EFIPUMEME.
Las amas de casa eran la únicas que leían con constancia, al ser grandes fanáticas de las novelas románticas del tipo de las de Danielle Steel y Corín Tellado.
En el caso contrario, el del futbolista, se descubrió que no sabía leer, y que este problema acabaría por matarlo bajo el tratamiento por falta de desarrollo corporal.
En los casos del contador y el chofer de taxi, el análisis demostró que no leían mayormente ni tampoco dejaban de leer algunas cosas, como los menús de los restaurantes y los subtítulos de las películas.
La poeta, por desgracia, se vio forzada a admitir que, en realidad, no le gustaba la lectura, y mucho menos leer la poesía que escribían sus contemporáneos, la cual encontraba vacía de sentido y despreciable al grado que prefería seguir siendo escuálida a ponerse buenísima leyéndola.

6.3.06

tengo muchas cosas que decir y poco tiempo para contarlas

Pues justamente me pasa lo que dice el título. Espero terminar un cuento nuevo (que se me ocurrió ayer) hoy. Y tengo otra historia de piratas y piratería que contar, sólo que más real (y por lo mismo más sosa).

2.3.06

El típico pirata

El pirata Reed era el típico pirata. Lo tenía todo: pata de palo, parche en el ojo, cara de malo, bigote estirado, barco con plancha y bandera de calavera, loro en el hombro, camisa de olanes, espada filosa, garfio picudo y anillos dorados (en la mano buena).
La gente comenzó a copiarlo sin pedirle permiso y sin pagarle derechos.