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28.11.05

más concursos de blogs

Los de Blogueratura proponen, entre sus miembros, una votación de los mejores blogs de literatura. Uno lo que hace es construir una lista y enviárselas.

Yo ya hice mi lista, con mis 10 elegidos (en estricto desorden):

a) Ánima Dispersa de Alberto Chimal
b) Blue Elephant's Ballad, de J.
c) Notas de Luisfey de Luis Felipe Hernández
d) Humphrey Bloggart de Ignacio Mondaca
e) Árbol de los Mil Nombres de Agustín Fest
f) Passio de Alejandro Tarrab
g) No Hay Poema de Rodrigo Flores
h) Pantalón de Aquiles de ¿?
i) La Isla de Isabel Piñana
j) El Lamento de Portnoy de ¿Portnoy?

Por primera vez, y con la intención de hacerlo anualmente, Blogueratura
convoca a todos sus miembros a escoger:

LOS MEJORES BLOGS LITERARIOS DEL 2005

Envía una lista con los que consideras los 10 mejores blogs literarios
afiliados a Blogueratura, intentando, si es posible, incluir al menos uno de
cada categoría (Literatura, Novela, Poesía, Cuento, Aforismos, Talleres
literarios y Personales).

Los resultados serán publicados el día 26 de diciembre de 2005.
Serán premiados los 5 mejores blogs por categoría.

Los premios serán entregados en especie en el DF y a través de vales
electrónicos a usuarios de otros estados o países.

Cabe decir que creo que el concurso podría ser más efectivo con un poquitito de programación en el portal, pero, en fin. La idea no es mala, para nada. Si no son miembros de Blogueratura, vayan, inscríbanse y voten.

25.11.05

apatía

No tengo nada que decir ni que contar.

Se murió el señor Miyagi. Ya está enseñando patadas karatekas en el cielo. Y a encerar coches.

En la oficina tengo una PC que formateé (Pentium 1, 256 MB RAM, 8 Gigas Disco Duro) porque usaba Windows ME y el ME apesta. Le intenté instalar XP, pero se trababa, pensé que era por que, en realidad, es una máquina bastante antigua y el XP, iluso yo, no le iba a entrar de ningún modo. Luego le intenté instalar 98, pero fracasé porque el CD está rayado (ya está viejo). Tengo versiones de Ubuntu y de Linspire en mi casa, pero ahí está bien. Como resultado, tengo una máquina a la que le puedo instalar MS-DOS 5.5 y que me sirve de pisapapeles. A ver el lunes qué puedo hacer.

Luego tengo una impresora Xerox viejita que se rehusa a funcionar bien con el Sistema XP que tienen las demás computadoras. Además, tiene tinta seca en los rodillos. Intenté abrirla para limpiarla. Fracasé. Me llené los dedos de tinta.

Y no me he sentido bien.

22.11.05

the funniest joke in the world

[Cortesía de las trancripciones de los guiones de todos los capítulos de Monty Python.]

-Voice Over
This man is Ernest Scribbler... writer of jokes. In a few moments, he will have written the funniest joke in the world... and, as a consequence, he will die ... laughing.

Ernest stops writing, pauses to look at what he has written... a smile slowly spreads across his face, turning very, very slowly to uncontrolled hysterical laughter... he staggers to his feet and reels across room helpless with mounting mirth and eventually collapses and dies on the floor.

-Voice Over
It was obvious that this joke was lethal... no one could read it and live ...

Wenn ist das Nunstruck git und Slotermeyer? Ja! ... Beiherhund das Oder die Flipperwaldt gersput!

abecedario

Alberto Chimal propone en su blog un juego: escribir un cuento con las letras del alfabeto en secuencia para "matar el tedio (tiempo)".El chiste es que la primera palabra empiece con A, la segunda con B, y así sucesivamente.

He aquí mi entrada:

Alicia, Bella Chica, Dormía: El Feliz Gato Hacía Interminables Juegos Kilométricos. La Mariposa Nocturna, Ñoña, Ostentaba Poseer Quesos Raros. Sirenas Tránsfugas Ululaban: ¡Violentos Watts! ¡Xochimilco Yermo! ¡Zambomba!

Para poner la suya, vayan por aquí. Y no dejen de leer el resto de la interesante bitácora de don Chimal(istac)(popoca)(huacán).

20.11.05

¡2 años 2!

El día de hoy, con casi 30,000 visitas, este blog cumple la friolera de dos años en línea.

En este tiempo he organizado dos concursos de microrrelatos, he publicado un libro (que pueden bajar gratis) y he escrito otros dos, de los que pueden ver fragmentos en las ligas marcadas como cuentos. También terminé una licenciatura, cambié cuatro veces de trabajo y perdí y recuperé la salud intermitentemente. En fin, que se me ha ido como agua.

Para celebrar le he hecho modificaciones al diseño (podrán ver, por ejemplo, que estas líneas ya no son naranjas, sino gris-obscuras para facilitar lectura).

También, por la celebración, pondré aquí las cinco canciones más escuchadas por mí, según mi iTunes, para que las bajen, gratis (son sólo dos clicks, anden anden).

1. A Lack of Color - Death Cab for Cutie
2. The Skin of My Yellow Country Teeth - Clap Your Hands Say Yeah!
3. Pretty (Ugly Before) - Elliot Smith
4. Fake Palindromes - Andrew Bird
5. New Slang - The Shins

Felicidades a ustedes por leer.

libre de publicidad


Al utilizar este ícono en mi weblog estoy diciendo:

1. Que estoy en contra de la publicidad insertada en los weblogs.

2. Que creo que la publicidad de empresas en los blogs apesta.

3. Que en este blog no se acepta dinero a cambio de publicidad. Sólo pagos en especie.

(Visto en microsiervos.)

19.11.05

tres para los dos (tres)

VII.

Yo estaba en Xochimilco porque iba a matar dos pájaros de un tiro: escuchar la conferencia sobre las vanguardias literarias y hacer que un directivo en rectoría me firmara una carta (carta sin importancia para esta narración). Al recibir la llamada del contador PPP tuve que abandonar la conferencia y subirme al tren ligero, rumbo al metro Coyuya, que es por donde está la imprenta.

Ese fue un viaje largo. Salí de Xochimilco a las 11:10 y llegué a la imprenta a las 2:47. Estaba todo sudado, cansado, de mal humor, hambriento, sediento, sin dinero y preocupado. No es una combinación agradable, no. De cualquier modo, MC, la asesora, ya me estaba esperando en la sala de revisión de originales.

Después de entrar al baño me senté frente a ella, saqué mi celular y lo puse en modo calculadora. Puse cara de licenciado y le dije: MC, dime por qué nos va a costar la reimpresión del error la mitad de la revista. Ella sacó números y papeles. Al final, después de no mucho tiempo, me aceptó que ella le había cotizado a A en 4,500 dls, y que el mismo A le había dicho que le subiera el precio de la cotización para poder quedarse con algo.

VIII.

Yo sabía que a A, el anterior editor, le habían brillado los ojos cuando se enteró que habíamos tenido la errata en la portada, pero nunca me imaginé hasta qué grado había intentado hacer su agosto con el error. En ese momento le di las gracias a MC y salí de la imprenta. Le marqué a G, el jefe, pero nunca contestó, así que llamé a PPP, el contador.

Yo: Efectivamente, A nos está inflando la cotización en al menos 2,000 dls. Por eso etá tan cara.
PPP: ... ... Mira, yo te vuelvo a llamar. Ve y dile a MC que no haga nada. Me regresé a la oficina. Hice y acomodé pendientes. Esperé toda la tarde. Volvía llamar a la imprenta, volví a llamar a PPP. Nadie me contestó, nadie me supo decir qué era lo que había pasado. Sólo supe que el contador había mandado a alguien a revisar las cuentas a la imprenta.

IX.

Al día siguiente era jueves y, como todos los jueves, me levanté a las cinco y me dia de la mañana para llegar a dar mis clases en la UAEMorelos, Cuernavaca. A las 12:40 del día, a la mitad de mi segunda clase, sonó el teléfono. Era el contador PPP:

PPP: Ya ayer estuvimos delucidando responsabilidades y decidimos que el que se equivocó fue D, el diseñador. Por eso, él va a tener que pagar el costo de la reimpresión.
Yo: ¿Qué?

Efectivamente, sentí que se me venía el mundo encima: no sólo habíamos tenido la errata en la portada, sino que, creía yo, en mi esfuerzo por enmendar las cosas había provocado, al acusar a A de inflar el precio de la reimpresión, había provocado una oleada de culpas sin fin. Volví a mi clase, terminé de exponer mi idea, me disculpé por tener una emergencia repentina y me regresé a la Ciudad de México. En el camino convoqué a una junta de urgencia entre todos los interesados, incluído D, el diseñador y CGT, el editor en jefe.

Una vez que tuvimos la junta ya sabíamos qué era lo que íbamos a hacer: aceptaríamos la mitad de la culpa de la errata, y asumiríamos cuando mucho el 40% de los costos, pero no más. En eso estábamos cuando recibí una llamada más del contador PPP:

PPP: Ya vino MC, la asesora de la imprenta, a presentar las cuentas y a pedir disculpas por el aumento de precio.
Yo: Ok. ¿Entonces?
PPP: Pues nada, que al final nos va a costar 2,000 dls, porque los de la imprenta no quieren que pensemos que nos están estafando.
Yo: ¿Y quién lo va a pagar?
PPP: Ahora eso no me preocupa. Me preocupa que esto ya se retrasó mucho y quiero que se pongan a trabajar para que la revista vuelva a la imprenta, sin el error, lo antes posible. También me preocupa que el que tiene la cola que le pisen es A, y no ustedes. Con él voy a hablar de dinero.

Colgó. Creo que la revista, hoy sábado, ya está en la imprenta. Parece ser que salimos de esta porque no es lo mismo una errata sin mala intención que intentar robarse 2,000 dls. Perdón si el final de esta narración es muy soso, pero así es la vida real.

18.11.05

intermedio

(Lo que debería hacer Eduardo "Me Autocito TM" Arcos, en vez de demandar a Pablo Cerda por spammer, es acusarlo criminalmente por el asesinato del buen gusto, la tortura continuada de la poesía y el maltrato psicológico a todos los analfabetas funcionales de este país. Sólo que probablemente lo acusarían de complicidad en los crímenes, así que no creo que lo haga.)

(Si quieren morir del mal gusto, pueden leer la asquerosa poesía de Pablo Cerda y sus amigos por aquí. "Bajo advertencia no hay engaño" TM.)

tres para los dos (dos)

IV.

Como decía, el contador PPP ya no estaba nada a gusto con el trabajo de A, el anterior editor. Por ello le quitaron la concesión de la revista. Pero A tenía aún firmado el contrato con la imprenta en la que trabaja MC, por lo que, aunque nosotros hicimos el trabajo editorial y de diseño, la autorización final de la impresión la iba a firmar todavía él. El por qué de que A tuviera contratada a la imprenta, en lugar de que la hubieran contratado directamente los dueños de la publicación, es algo que aún se me escapa. Desde el principio tuvimos pequeños problemas con eso, pero parecía que no iban a entorpecer, de cualquier modo, nuestra labor.

Las revistas que hacía A de verdad no valían lo que costaban: un diseño demasiado cargado, falta de coherencia articular, una tipografía difícil, llena de faltas de ortografía y dedazos. Y, sobre todo, nunca salía a tiempo: el número de Julio-Agosto salió en Septiembre. Por eso lo primero que nos dijeron a los nuevos encargados era: esto tiene que estar rápido, y bien, claro, pero sobre todo rápido. Y rápido la hicimos: pasamos de no tener nada (ni contactos, ni artículos, ni fotos, ni nada) a revisión en la imprenta en sólo tres semanas.

El número de erratas era, y sigue siendo, mínimo. Hoy, adelantándome un poco, contamos todas las que tenía, además de la de la portada. Eran 10. Y la mayoría muy menores (coma en vez de punto y coma; un dedazo y así) Eso, sobre todo para una revista bimestral de ochenta páginas hecha en 3 semanas, es mínimo. Uno de los problemas principales que tuvimos es que sólo hasta el final pudimos revisar los nombres "importantes para la asociación". Esto tenía que hacerlo Yo con el señor R.

V.

El señor R es el encargado directo de la revista ante los ojos de los propietarios de la publicación. Yo le estuve insistiendo días enteros que le dedicara un momento a leer detenidamente cada PDF que le enviaba para que les buscara erratas e hiciera sus comentarios. Sin embargo, el señor R nunca se dio el tiempo para leerlos con detenimiento, hasta un día antes de que fuéramos a entregar los archivos en digital a la imprenta.

Ese día revisamos una lista interminable de nombres, cotejándolos con sus respectivos puestos. El señor R revisó a pie de puntillas todas las líneas de la revista y hasta se dio tiempo de hacer comentarios con respecto al diseño, que no le gustó demasiado, creí entender. Con todo gusto le hacemos los cambios, le explicó D, el diseñador, por teléfono, sólo que cada cambio mayor retrasará la publicación de la revista un día más. Y como teníamos el tiempo encima para salir la primera quincena de Noviembre, pues el señor R desisitó de hacerle grandes cambios; sugirió y señaló un par de erratas notorias, pero eso fue todo.

Al día siguiente, Yo acompañé al señor R y a D a que, en la imprenta y frente a MC, la asesora, el señor R firmara con un Ok las pruebas de color, y se empezara a imprimir. Teníamos pequeñas erratas, pero nada que valiera la pena retrasarnos más. Además todavía teníamos un día de adelanto sobre el plazo acordado, así que todo parecía andar sobre ruedas. El señor R firmó cada pliego, nos dimos la mano y quedamos de vernos ya con ejemplares en la mano.

VI.

Eso fue un miércoles en la tarde. La llamada que paró la imprenta llegó el viernes en la noche. La errata había sido pasada por alto por todos, incluído el reportero que había hecho la entrevista. Para mí fue un shock total. Lo primero que pensé fue: el señor R y yo pasamos más de dos horas revisando todos los nombres, y él tuvo una semana entera para volverlos a revisar, ¿cómo se le fue el nombre de la portada? Digo, porque aunque la errata no estaba en un apellido común, no es que el nombre sea Antanas Mockus. Y pasó por delante de al menos 9 personas que vieron el archivo en digital.

Entre los impactados por el error, al principio, sólo hubo una consigna: no hay que buscar culpables, hay que enmendar los errores. Qué rápido caducan las consignas, es impresionante. Aquel lunes D y Yo le dimos a MC en la imprenta las planas corregidas en digital para que nos hiciera el favor de volverlas a imprimir. Sabíamos que la pifia iba a ser muy costosa, monetariamente hablando, y por ello le preguntamos a MC el valor aproximado de la enmienda del error. No sé, nos dijo, tengo que ver con el gerente.

Esto fue el lunes. Este lunes. El martes el día estuvo muerto. Yo le había dado a MC instrucciones de que, una vez que A, quien todavía tiene (o tenía, no sé) el contrato con la imprenta, le firmara la cotización del gasto de reimpresión, le hiciera llegar esta misma cotización al señor R y al contador PPP, quienes iban a negociar el costo del error. El martes se fue sin pena ni gloria, y yo pensé que todos habían estado de acuerdo con los costos del error, que yo había calculado en aproximadamente 2,300 dls. Es mucho, pero no había nada más que hacer mas que volver a imprimir.

El miércoles Yo estaba en Xochimilco, escuchando una conferencia sobre literatura de las vanguardias, cuando sonó mi celular y escuché la voz del contador PPP diciéndome que me tenía que ir, en ese mismo instante, a la imprenta a ver cuál era el motivo de que quisieran cobrarnos 7,000 dls por la corrección.

(Terminará... mañana)

17.11.05

tres para los dos (uno)

the longer the hesitation
the smaller the celebration

Jim Guthrie - The Problem With Solutions - Now, More Than Ever

I.

Hace un par de posts fui a arreglar un error. El error no se ha arreglado aún, en buena medida porque estoy incapacitado para arreglarlo. Como cuando uno abre el cofre del auto descompuesto, no porque uno tenga ni la más remota idea de cómo volver a hacerlo andar, sino para aparentar que uno sabe qué es lo que está haciendo. Pues así yo.

Era viernes cuando nos enteramos del error, al que de ahora en adelante llamaré por su eufemístico denominativo "errata". El punto de espanto ante tal pifia se vio exaltado puesto que, como todo trágico error que se precie de serlo, llegó en el peor momento posible: cuando ya todos nos íbamos a dormir aliviados porque la revista ya estaba en la imprenta. En el instante en que escuché a G, el jefe, decirme: "hay un error en el apellido", tomé el teléfono y marqué a la imprenta. Me contestó MC, la asesora.

Yo: Tenemos un error en la portada, por favor para la impresión.
MC: ¿Seguro? Ya vamos por la mitad...

Un par de minutos después me di cuenta de que había perdido la única oportunidad que voy a tener en la vida para gritar "¡¡¡PAREN LAS PRENSAS!!!" con justificación. Debí haberlo dicho.

II.

Fui a ver a MC a la imprenta. Ella está sumamente embarazada, y todavía me daba pena causarle tantas tribulaciones en ese estado tan redondo. De cualquier forma, ya no fui ese mismo viernes (ya era muy tarde para cambiar las órdenes de imprenta), sino que fui hasta el lunes, acompañado de D, el diseñador. Le entregamos a MC el disco con los cambios, ella prometió tener la cotización lista para el día siguiente.

Fuera de la imprenta, D y Yo hablamos un par de minutos acerca de quién pudiera ser el culpable de la errata. Yo le digo que tengo mis sospechas de él. D me dice que tiene sospechas de mí. Nos reimos forzadamente. Sabemos que ambos llevamos parte de la culpa, pero también que la mayor parte de la culpa la tiene el que firmó las pruebas y dio el Visto Bueno (VoBo) para que la revista se imprimiera, el señor R.

III.

Ustedes disculparán si esto se vuelve confuso, trataré de que no lo sea demasiado. Porque esto bien podría ser una novela breve, pero la historia no lo vale. No vale ni el esfuerzo de la ficción, y por ello este post no es un cuento. Aunque debería serlo. Más bien sí es un cuento, pero disfrazado. De cualquier forma, el problema se vuelve más confuso cuando me doy cuenta de que tengo que hablar del señor A, el anterior editor.

El señor A había hecho él solo (o casi) la revista, durante más de tres años. Pero se había vuelto descuidado, ya no le daba la importancia debida a su trabajo y por eso el diseño se veía viejo, inacabado, amateur. Y ya no se diga la cantidad de erratas pequeñas y equivocaciones graves de las que la revista salía retacada a tope bimestre a bimestre.

PPP, el contador, ya estaba harto de que la revista fuera un asco y por ello contrató a G, de quien ya hablé antes, para que formara un equipo de trabajo para mejorar la publicación. G, a su vez, me contrató a mí, y a otros, como D, y CGT, el editor en jefe.

(Continuará... mañana)

16.11.05

Salsa

El famoso salsero dejó de cantar, dejó de grabar discos, dejó de subirse a los escenarios. Decía que ya nada lo llenaba, que sentía la música vacía, que repetir sus éxitos a cada noche ya no lo mantenía feliz. La gente lo buscaba para pedirle autógrafos, en recuerdo de las noches que los había hecho bailar hasta más no poder. Otros músicos le imploraban que, al menos, les escribiera una canción más. Pero él, nada. Lo había dejado por completo. Pasaron los años y el mundo lo olvidó: otros ritmos llenaban sus pies. Una noche, con mucha tristeza, su familia anunció que el alguna vez famoso salsero había muerto. La causa: una arritmia cardiaca.

14.11.05

error

Tengo que ir a corregir un error.
Teníamos un gravísimo y estúpido error en la portada de la revista en la que he estado trabajando.
En la portada, háganme favor.
Pasó en frente de al menos 8 pares de ojos y nadie se dio cuenta.
Claro que el error no era tan obvio, estaba en un apellido.
Pero de todas formas...
Bueno, tengo que ir a corregir eso.
Me he equivocado tanto en estas últimas dos semanas, que ya no sé por qué preocuparme más: si por la acumulación de errores pequeños o por la incidencia repentina de grandes metidas de pata.

10.11.05

yohoho, and a bottle of rum

Soy un pirata, sí.
Me la paso bajando de todo de la red. Minetras me voy a trabajar dejo la computadora bajando torrent tras torrent, a veces lentamente, a veces más rápido.
No me arrepiento ni me siento culpable.
Cuando un juego me gusta, voy y lo compro. Cuando la película me agrada, voy y la alquilo (nunca bajo cosas que pueda ver en el cine, pero juro que si no quitan o reducen el tiempo de los anuncios... y no, las salas baratas no me gustan, los asientos son piedras). Cuando me gusta la música, voy a los conciertos, así les dejo el dinero a los artistas lo más directamente posible.


... Posted by Picasa

¿Qué pasa cuando no voy a los conciertos de la música que me bajo de la red?

Pues, si no voy, es solamente por una de cuatro razones:

1. Ya está muerto el artista o la mitad del grupo en cuestión. Así que no le hago daño a nadie bajando canciones. No. Los herederos no cuentan. Creo que Sean Lennon y Ziggy Marley han sabido, mal que bien, rascarse con sus propias uñas.
2. Los culeros no vienen a México y, por ende, no puedo irlos a ver. Mala suerte.
3. Me es imposible físicamente (porque no estaré en la ciudad esa fecha, tengo un compromiso previo o bien porque se agotaron los boletos).
4. El grupo no me gustó cuando lo ecuché después de haberlo bajado. En cuyo caso me abstengo de volverlos a escuchar y de compartirlos. Y por supuesto de ir a su estúpido concierto.

Así que soy un pirata. Abordemos, pues.

7.11.05

La llamada de los sábados

I.

Las 7:20 de la madrugada del sábado. Suena el teléfono. Un mal instinto, y el peor hábito de tenerlo al lado de la cama, me hace reaccionar. Antes de estar despierto, y antes del segundo timbrazo, ya contesté.
Bueno, digo con adormilada voz.
Del otro lado escucho a mi Tía Luzma.
- Mijo -me dice-, fíjate que quería hablar con tu mamá o tu papá para comentarles que, fíjate nomás, mijo, es que el otro día hablé con una prima de tu tío, o creo que es tu primo, ya ni sé... Bueno, el caso es que ella me dijo que en las carreteras hay retenes militares, y que los mismos militares paran a los camiones de mudanzas y les abren todo lo que llevan empacado para buscar yo no sé qué cosas, ¿verdad?, y, pues, me da miedo que se roben mis cosas ahora que me voy a vivir a Tijuana, porque tengo cosas que no quiero que se maltraten siquiera, mijo, y pues por eso quería hablar con tu papá o con tu mamá, mejor con tu mamá, porque ella me puede decir cómo le hicieron para llevarse sus cosas los hijos de tu abuela cuando se fueron a vivir a León, y pues...
Yo la escucho pacientemente, todavía entre coletazos de sueños. Sé que ni siquiera le ha pasado por la cabeza la posibilidad de haberme despertado. Ni tampoco que no recordaré la mitad de lo que me ha dicho porque casi me acabo de acostar. Ni tampoco se da cuenta de que no tengo modo alguno de comunicarla en ese momento con mi mamá o con mi papá: debió haberles marcado a ellos, no a mí.

II.

Todos en mi familia saben que el recibir una llamada de la Tía Luzma significaba estar pegado al teléfono al menos veinte minutos. Eso solamente si uno se esmeraba en hacerle saber que estaba muy ocupado y que prefería hablar con ella en otro momento. Hasta mi abuela, que es un pan de dios, se quejaba a veces las eternas llamadas de la Tía Luzma porque en verdad le quitaba mucho tiempo.
En el fondo todos sabíamos que la dificultad que encontrábamos para colgarle el teléfono era porque ella estaba muy sola, eso aunado a que de unos años para acá cada vez se fijaba menos en lo que los demás le decían.
Yo, que recibía esporádicamente sus llamadas de los sábados (algunos años con más frecuencia que otros) la escuchaba unos minutos, tratando de no perder demasiado la paciencia. Al fin, no perdía nada con escucharla un rato, todavía adormilado.

III.

Mi Tía Luzma falleció hoy en la madrugada, en Tijuana.
Se acababa de mudar (literalmente), con todas sus cosas, a vivir con su hijo en aquella ciudad, después de vivir en la Ciudad de México toda su vida. Desde que le propusieron mudarse para que no estuviera todo el tiempo sola, con todo el peso de su edad, las llamadas matutinas se habían acrecentado entre todos sus conocidos.
Mi mamá y mi abuela habían ido en un par de ocasiones a ayudarla a empacar sus cosas, a asegurale que su tesoro (su piano) llegaría bien con la mudanza, que no se preocupara y que allá iba a estar mejor.

IV.

No sé exactamente como murió.
Ayer, durante la comida familiar de los Domingos, mi abuela nos informó que estaba muy grave. Apenas dos días antes, el viernes, había terminado de empacar sus cosas, despachó a la mudanza y se la llevaron (algunos familiares más cercanos a ella que yo) al aeropuerto.
Tengo entendido que, en algún momento, se cayó al suelo.
No sé bien cómo, pero me imagino que, de los nervios, debe de haber dado un mal paso.
Pero con las prisas y los últimos arreglos, entre los que estaban dejar el departamento en el que había pasado al menos una cuarta parte de su vida, nadie de los que la acompañaban le dio demasiada importancia a la caida.
Y se subió al avión.
Cuando bajó se la llevaron al hospital. El médico dijo que no había nada qué hacer: estaba ya muy débil.

V.

Sobra decir que ya nadie me despertará los sábados a las 7:20 de la madrugada, así que no lo diré. Lo que sí diré es que me hubiera gustado escucharla unos minutos más la última vez que me habló, porque aquel día, hace un par de semanas, la despaché inusualmente rápido. No recuerdo ni qué le dije.
Mientras escribía esta entrada, sonó el teléfono. Como lo tengo al lado, también, de la computadora, contesté antes del segundo timbrazo. No había nadie del otro lado, sólo un tono de ocupado.
Colgué. Me acerqué al identificador de llamadas. Fuera de rango / Número bloqueado, decía. Pues sí.

3.11.05

traducción de un cuento mío al inglés

Toshiya A. Kamei ha traducido un cuento mío al inglés, Cruel Destiny. Esta traducción la acaban de publicar en The Foliate Oak Online, revista de literatura electrónica de la Universidad de Arkansas-Monticello.

La magnífica versión en inglés la pueden ver aquí, la versión original en español, aquí (o en la versión impresa de mi libro, o en la descarga gratis de este mismo).

Toshiya e Hilda hablan de esta traducción en su blog.
Gracias a Toshiya (a quien no conozco en persona, pero aprecio su trabajo y su persona) por este, inesperado y enorme, regalo.

2.11.05

¿star wars?

Al fin alguien escribe inteligentemente sobre Star Wars. No, no creo que sea exagerado. La frase "the Light Side of The Plot" me hizo la semana, ya no digamos la comparación entre Lucas y Greenaway, o la obscura relación entre el Emperador Palpatine y Pirandello. Neto. Vayan, vayan, por aquí:
Star Wars: Episodes I-VI - The greatest postmodern art film ever. By Aidan Wasley