Estoy de vuelta porque Segismunda volvió a la vida, al tercer día (debe ser crisitano su motherboard). El caso es que lo que estaba mal se arregló y estaba en garantía. Ya no pregunté más.
Por otro lado, mi libro ya está a la venta en TODAS las librerías de la Ciudad de México (excepto el péndulo, pero nadie compra libros ahí), al menos, y eso fue confirmado por mi reciente visita a Gandhi, donde, al ir buscando un regalo para el día de las madres, me lo encontré:
Mi libro en la mesa de novedades de Gandhi junto a "Los Argentinos no existen". Vaya competencia desleal.
El caso es que ahora pueden comprarlo en Gandhi, siguiendo esta liga directa, o mejor aún, directamente a mí, siguiendo esta otra liga. En gandhi el precio es de $83, conmigo, el precio es de $55 (más envío, en ambos casos).
Estoy asisitiendo a un curso de actualización docente, que versa sobre las ventajas y desventajas (y la legalidad(???)) de hacer ciertos tipos de preguntas en ciertos tipos de examen. Creo que mis métodos pedagógicos dejan mucho que desear...
En otras cosas, todo indica que a finales de mes me mudaré, la situación va cayendo en orden, aunque todavía no decido la cama de qué tamaño debe ser (creo que mayor que individual es lo adecuado) y si esta debe o no llevar, o qué debe llevar debajo (soy partidario del dormir cerca del suelo: las partes de abajo de la cama solo terminan por acumular polvo).
También me invitaron a hacer un viaje, ¿cómo describirlo...? Simplemente increíble. Lo malo es que para ir solo tengo estas opciones: malbaratar algo caro, pedir un préstamo que tardaré siglos en pagar, subarrendarle mi alma al demonio o manifestación maligna parecida, o terminar de vender mis libros. ¡Cómprenme un libro!
También me corté el pelo.
Y estoy enamorado.
Las cosas, al parecer, no van nada mal.
De todos modos me da por quejarme...
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