(No me gusta escribir este tipo de cosas, pero llevo un rato pensándolo y no me deja en paz la idea. Supongo que viene con esto de ser padre: cuidar el futuro y eso.)
El panorama: ahora que muchos países desarrollados recortarán drásticamente o incluso terminarán del todo con sus planes generar y mantener plantas de energía nuclear, es obvio que habrá muchas personas de gran valía, científicos, ingenieros, técnicos y especialistas, buscando trabajo. Y también habrá muchas fundaciones y compañías buscando nuevos desarrollos que iniciar y apoyar. Y todo ello significa que el mercado tendrá mucha oferta y poca demanda, bajando los precios muchísimo y dejándolos accesibles a países de mediano o bajo desarrollo.
La idea: Lo que debería hacerse en México es contratar a toda esa gente y convertir a este país en un superpoder nuclear. Se empieza por cerrar o reconstruir Laguna Verde desde cero y luego poner una central nuclear en cada estado, más adelante un generador en cada municipio. La tecnología existe y no es la de Chernobyl, Fukushima, Three Mile Island o la misma Laguna Verde. Esas son y eran plantas diseñadas entre 1960 y 1980. ¿Cuánto ha cambiado la tecnología, la producción, la seguridad y el manejo de residuos? Bueno, probablemente la pantalla donde leas esto tenga detrás más poder de procesamiento que todas las computadoras de América Latina en 1970, así que uno puede empezar a darse una idea por ahí.
Esta es una ventana de oportunidad única para de verdad llevar al país a la vanguardia en algo que no sea en muertos por la "guerra". Se puede avisar a la ONU que México dará empleo a todas esas personas para evitar que terminen empleados por organizaciones o países terroristas y que buscamos apoyo a cambio de ello; si el dinero faltara se puede buscar el financiamiento del FMI, la Fundación Bill y Melinda Gates y otras y pum, en diez años seríamos completamente independientes en materia energética y de investigación científica, no sólo nuclear, con los ingresos y adelantos que ello conllevaría.
La "guerra" contra el narco sería cosa del pasado, no porque no hubiera narcotráfico, sino porque la gente en México, y el país por ende, tendría un fuuro educativo, científico, industrial y energético para el país, independiente del petróleo, bien remunerado y ecológico. Pasaríamos de ser el hazmerreír de la OCDE a la vanguardia en sustentabilidad en la región.
Esto, sin embargo, nunca va a suceder.
Por más que todos saliéramos a la calle a exigirlo a gritos, no pasaría. ¿Por qué? Porque esto es México. Aquí hay algún empleado, un Subgerente de Recursos Aministrativos para las Entidades Federativas y Municipales en Materia Nuclear, Sección C, con tres jefaturas de departamento a su cargo, en la CFE o en SENER, cuya única función es buscar peros a este tipo de proyectos y poner formatos, formas, requisitos, sellos y firmas a cualquier propuesta; aquí hay cinco o treinta y seis obscuros seres de alguna mafia que leen esto y su primera idea es intentar sindicalizarlo y ponerle trabas: marchas, movimientos, protestas (mientras dejen dinero); aquí hay al menos 180 diputados y quince senadores que quieren su mochada para que esto suceda, ya no digamos jueces, gobernadores, presidentuchos municipales, candidatos, precandidatos, latifundistas, empresarios chcuecos y derechos, monopolios, burócratas y personas de a pie que van a buscar hacer su agosto viéndole la cara al resto y pidiendo mordidas por doquier impidiendo que esto suceda, retrasando que suceda, y saboteándolo si sucede.
No esto, no va a suceder en México, nunca, jamás. Y esa es la razón de que no quisiera escribirlo al principio: me pone triste hacerlo, por la certeza de la desilusión.
2 comentarios:
Yo más bien creo que USA nunca vería bien que hubiera tanto uranio tan cerca de casa en un país que es propenso a perderlo todo.
Pero sí, me parece una gran idea.
Tu blog dice puras verdades, saludos.
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