Hay más fracasos entre quienes aspiran a ser brillantes hombres de negocios que entre quienes quieren ser artistas. (24)
Las personas normales, quienes no han sido víctimas de una mala enseñanza universitaria, no leen [...] únicamente por leer palabras. (28)
La razón de que al escribir se adopte [la frase hecha, el lugar común, el optimismo ingenuo], [está] relacionada con la manera en que se nos enseña a escribir de pequeños, como si la escritura fuera una forma de buenos modales [...] (35)
Para entonces ya había afrontado la dolorosa verdad que todo joven escritor comprometido debe afrontar finalemente: que está solo. (41)
[...] --vale más que escriba una sola cosa buena en toda su vida que cien malas-- [...] (43)
Muchos [escritores] parecen incapaces de relatar los momentos más importantes de sus vidas sin circunscribirse a los moldes y fórmulas de la televisión. (47)
[La buena escritura] busca satisfacer y agradar, pero sin rebajarse para conseguirlo. (62)
[...] en toda historia estéticamente lograda tiene que intervenir, como en la vida, lo extraño, por ordinarios que sean sus ingredientes. (62)
Todo niño sabe por intuición cuáles son los requisitos de las buenas historias [...] pero cuando llega a la enseñanza secundaria comienza a despistarse un poco, intimidado por sus profesores, que lo obligan a leer cosas que en realidad no valen nada, convertido en objeto de mofa si disfruta un buen libro de cómics y amonestado si lee Crimen y Castigo: "Harold, no tienes edad para leer estas cosas." Y en los primeros años de universidad lo más probable es que su despiste sea ya considerable, por ejemplo, es fácil que crea que el tema es lo más importante de la ficción literaria [... pero] nada se aleja más de la verdad que la idea de que el tema [de un escrito] lo es todo. (63)
Bien mirado [...] esa generalizada fascinación por el tema, que tanto se da en clases de lengua y literatura de los cursos de bachillerato y universitarios, se debe a la necesidad que siente el profesor de decir algo soprendente y con un aire intelectual. No es fácil hablar de una narración de Bocaccio, Balzac o Borges, impecablemente contada, como si sólo se tratara de eso, de una narración; y puesto que todas las narraciones significan algo --a veces muy extraño y sorprendente--, la tentación de hablar de su significado antes que de la propia narración es casi irresistible. (64)
El deseo de dar lecciones morales a la gente es contrario a los más nobles impulsos de la ficción literaria. Lo que cuenta al final no es la filosofía del escritor. (65)
El joven escritor debe leer tratando de averiguar cómo le hace el autor para crear los efectos que consigue, de captar sus procedimientos, incluso pensando qué habría hecho él en la misma situación y si su manera de hacerlo habría dado mejor o peor resultado y por qué. (67)
Que yo sepa, ninguna actividad humana requiere más tiempo que escribir, y es muy raro que alguien llegue a ser un escritor de renombre sin pasar varias horas al día sentado ante la máquina. (68)
El buen escritor, con su mezcla de aspereza y terquedad, se mofa de lo que [los demás] alaban y después, puerilmente, olvidadizo e indiferente, vuelve a su absurdo pasatiempo habitual: crear auténtico arte. (72)
Hay que estar un poco loco para escribir una gran obra. (78)
Si el joven aspirante a escritor carece de determinación, nunca llegará a serlo. (90)
Todo el mundo ve las cosas con originalidad. Lo que ocurre es que la mayoría no sabe escribirlo sin vulgarizarlo o adulterarlo. (92)
Una de las cosas que tiene de beneficioso un taller de literatura es que siempre hay por lo menos uno o dos alumnos brillantes [...] (100)
En un buen taller de literatura se aprende a reconocer que, por malo que parezca algo a primera vista, el autor ha invertido una notable cantidad de horas en pensarlo y escribirlo, y que éste merece ser tratado con generosidad. (103)
Naturalmente se puede llegar a ser un buen escritor sin pasar por la universidad o, más concretamente, sin estudiar Literatura. (113)
Quien quiera escribir, que al menos aprenda ortografía. (117)
No es verdad [que el golpe de suerte llegue siempre]. Por lo menos en el caso del escritor serio. Quizá uno entre mil llegue a vivir de su arte. (133)
Para el escritor o escritora, no hay mejor manera de mantenerse que de vivir de su cónyuge. (137)
2 comentarios:
1/23 ya estoy un poco loca. ¡Saludos!
"Para el escritor o escritora, no hay mejor manera de mantenerse que de vivir de su cónyuge." (137)
ejem,ejem... tenemos problemas, o será que podremos conseguir a un "cónyuge".
¿dónde los venden?
ti
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