Dos pájaros de un tiro: los juegos y Cortazar. La cita es de éste último (recordamos con pesar absoluto los 20 años de su muerte...) y habla de lo primero, refiriéndose a la infranqueable, indefinible, delgadísima línea que divide el tomarse algo en serio y simplemente divertirse haciéndolo. ¿Quién no conoce a alguien para quien cada juego de Monopoly, cada día en la escuela, cada relación personal, es una competencia? ¿De verdad se trata de ganar? ¿De verdad se trata de competir?
Otra vez regreso a lo mismo, pero no lo puedo evitar: no le encuentro sentido (a lo que sea) si no es divertido. Si no los divierte, no lo hagan (por eso tengo un blog: me divierte). Hay que seguir el ejemplo del Enormísimo Cronopio...
Supongo que las mentes escépticas querrán una prueba de que sólo lo divertido vale la pena. Pues bien, ahí va: sólo lo divertido es censurado. ¿Que pasaría si el sexo no fuera divertido? Nadie le daría la menor importancia...
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