Puedo entender a la gente que escribe cosas para deprimir a los demás. Al fin siempre habrá alguien que le guste llorar mientras lee, así como hay gente que prefiere comerse una berenjena en vez de un trozo de queso. Ni modo. Lo que no puedo entender es a la gente que escribe deprimida solamente para deprimirse más a sí mismo(a). Algunas cosas que me he encontrado en libros, cartas y blogs: "Pobre de mí, no abre la ventana de mi cuarto"; "Leyendo a Pessoa me he dado cuenta de que sólo él podría comprender toda mi tristeza"; "Siento que las letras que escribo fluyen de mi ser como si fueran pedazos de mi alma que se van secando al viento." ¡Ay por dios! ¡Si no les gusta escribir, no lo hagan! ¡Ojalá alguien se lo hubiera dicho a Juan Rulfo! (Según yo, Rulfo no volvió a escribir después del Pedro Páramo por el simple hecho de que no le gustaba escribir.) Cabe aclarar que a mí no me gusta Juan Rulfo. No digo que lo que escribió sea malo, simplemente estoy diciendo que no me gusta. Lo siento mucho Rulfistas.
En fin, la moraleja es que, si escribir los hace sufrir, dejen de hacerlo, por favor. Como decía
Tito Monterroso, ya hay demasiados libros.
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