Pueden cobrarnos hasta el 35% de impuestos (nivel primermundista) sobre nuestros insípidos salarios (nivel tercermundista) para recibir a cambio casi ningún servicio de ningún tipo, y todavía amenazarnos si es que no cumplimos.
Pueden decirnos que el páis está creciendo mientras los índices de pobreza aumentan, la desigualdad social se multiplica y los servicios de salud básicos se deterioran cada vez más para todo el que no pueda pagarlos, mientras cada vez hay más desempleo y violencia, mientras cada vez más niños "morenitos", orgullosos hijos del campo y de la calle, pasan hambre y frío.
Pueden acusarnos de delitos inexistentes y crear pruebas falsas para meternos en prisión, o amenazarnos con cargos y multas inexistentes para buscar la "mordida", molestando a todos los que tratamos de llevar una vida normal, mientras que los verdaderos delincuentes siguen y seguirán libres.
Pueden decirnos que todos ustedes trabajan para mejorar el país, sólo que con "los otros" no hay forma de ponerse de acuerdo y por eso no hay reformas, mientras se van de viaje a París con recursos del presupuesto nacional y del erario público, para después volver a trabajar sólo dos meses al año.
Pueden seguir maquillando cifras internacionales y haciendo negocios privados, altamente redituables en dólares, entre ustedes, mientras los demás pagamos cada día durante toda nuestra vida una deuda interna y externa que no es nuestra y que nos obliga a rogar para que nos den un crédito en el banco, por el cual tendremos que pagar hasta el 46% de interés (más los intereses sobre el interés).
Pueden decirnos que están defendiendo los intereses del país, mientras nuestras selvas se acaban, los lagos se secan, y todos nos damos cuenta de que la única razón que tienen para, por ejemplo, no vender la industria petrolera es que se les acabaría el cochinito.
Pueden gastarse millones y millones para financiar sus partidos y campañas políticas para después no hacer nada durante tres años, mas que generar más y más burocracia, para que a los amigos, sus amigos, conocidos y compadres, les vaya mejor.
Pueden decirnos que todo está bien mientras todo va peor.
En general pueden hacer lo que quieran.
Pero un buen día de estos, un día no muy lejano (en el 2010, con congruencia histórica, ¿por qué no?) nos hartamos y todo se acaba de una vez por todas.
Al fin, cada vez somos más los que tenemos cada vez menos que perder.
Así que si estás leyendo esto, tienes algo que perder y puedes hacer algo, hazlo:
Bajo advertencia, no hay engaño.
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