# 7
Vinícius de Moraes -- En Vivo en BB AA, con María Creuza, María Bethania y Toquinho
¿Vinícius de Moraes? ¿Y ese quién es?
Bueno, sólo hay de dos: o el nombre les suena muchísimo, o nunca lo habían oído mencionar.
La historia resumida es la siguiente: Vinícius era un poeta y compositor no malo, pero no muy bueno, y bastante desconocido, hasta que un día conoció a Antonio Carlos Jobim y luego a Joao Gilberto, con quienes se puso a componer letras de canciones. Un par de años y una Chica de Ipanema después el mundo tenía un género musical nuevo, la Bossa Nova, y un ritmo que sonaba a, simplemente, Brasil.
Este disco es un trato que hizo un productor de Buenos Aires con Vinícius: le propuso que juntara un par de amigos (y a su hijo, el guitarrista Toquinho) y tocara en un pequeño bar a manera de estudio, y que lo dejara grabar la sesión para venderla como disco después. De Moraes no accedió al principio: primero porque él no cantaba sus canciones casi nunca, los cantantes eran otros; y segundo porque pensaba que el disco no iba a vender más de tres copias jamás.
Pues el resultado fue que lo de la cantada le salió fenomenal, y el disco En Vivo fue durante muchos años uno de los más vendidos de la Bossa Nova.
Lo que para mí es un disco son, en realidad, dos discos. Pero no me importa, puesto que desde la primera vez que los escuché y hasta hoy, siguen formando, para mí, una sola pieza inseparable, algo así como un disco muy largo. Sin embargo, lo más común será que los encuentren como discos separados: sigue siendo negocio venderlos así. Pongo la portada del segundo disco:
Se grabaron en fechas distintas, pero la sensación es la misma. Aunque en el segundo corte se escucha más cuidada la producción, eso no afecta la calidad de la música. Lo que hace de este disco una grandiosa producción es que se trata de asisitir a una gran fiesta. Estamos presenciando una grabación en vivo, lo cual no quiere decir que se trate de un concierto, sino más bien una grabación de estudio contínua, con público.
Y es Bossa Nova, y Samba y Brasil, en general. La música, la cadencia, el ritmo, lo que dicen, todo provoca mover los pies y la cabeza, cantar, cerrar los ojos y dejarse llevar...
No, no le entiendo a más de la mitad de lo que dicen, aunque me suena familiar: el Portugués suena a Español con acento cadencioso y bonito, costeño, africano, celta. Pero lo que se entiende es la entonación con la que se canta, lo que uno se imagina que quieren decir.
A continuación una lista de algunas de las mejores canciones de esta producción, con la traducción, libérrima y mía, de lo que dicen:
Disco 1
A Felicidade: La tristza no tiene fin, la felicidad sí.
Tomara (Ojala): La cosa más divina que hay en el mundo es vivir cada segundo como nunca más.
Que Maravilha: No le entiendo nada, pero es una maravilla. Igual que el Lamento no Morro.
Garota de Ipanema: La Chica de Ipanema, un clásico demasiado escuchado, pero se agradece la versión original.
Catendé: Esta debe ser la canción que más me divierte. Dura demasiado poco, ojalá durara para siempre.
Eu Sei Que Vou Te Amar: Por toda minha vida.
Disco 2.
Tonga da Mironga Do Kabuleté: Una grosería africana convertida en ritmo para bailar. No se puede pedir más.
Samba da Benzao y Tarde em Itapoa: Otra vez no entiendo nada, pero qué bien.
Como Dizia O Poeta: Él debe estar muy contento en, en su tumba, ¿no?
O Dia da Criaçäo: Me gusta aunque hoy no es Sábado...
Y ya. Corran a comprarse los discos de Vinícius. No importa que no sepan portugués.
1 comentario:
Omegar, me llamo Pablo y vivo en Buenos aires, en tu comentario decis que no entendes la mitad de lo que cantan, entonces, como podes decir que Vnicius era un poeta no tan bueno?
Y aparte tenia un gran oido y un gran talento como compositor, no lo digo yo, lo dice el gran Antonio Carlos Jobim.
El guitarrista Toquinho no es hijo de Vinicius.
Y Vinicius hacia shows y cantaba y grababa sus canciones antes de estos dos magnificos discos grabados en Buenos Aires.
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